En el ámbito de la literatura, el modernismo es un movimiento poético cuyo máximo representante fue el nicaragüense Rubén Darío. Su estilo y su lenguaje influyeron en otras corrientes poéticas. Una de ellas fue la Generación decapitada, formada por un reducido grupo de jóvenes poetas ecuatorianos que desarrollaron su obra hacia 1920.

Los autores más representativos son Medardo Ángel Silva, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro.

La muerte prematura de todos ellos hizo que fueran popularmente conocidos como la Generación decapitada.

Rasgos comunes en su producción poética

Los cuatro poetas que conforman esta generación se inspiraron en dos fuentes: el nuevo lenguaje de Rubén Darío y el simbolismo y parnasianismo de los poetas franceses Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Por otra parte, todos ellos fueron amigos y mantuvieron una intensa relación epistolar.

El modernismo de los poetas ecuatorianos destaca por los siguientes aspectos:

1) un anhelo de libertad en la creación literaria,

2) una profunda admiración por la naturaleza,

3) la exaltación de la belleza y

4) el uso de un lenguaje exótico, lleno de ritmo y musicalidad.

Vidas trágicas

Medardo Ángel Silva nació en el seno de una familia humilde de la ciudad de Guayaquil en 1898. No acabó sus estudios y empezó a trabajar en una imprenta. Con 17 años ya había publicado algunos poemas en revistas literarias y en el diario El Telégrafo. En 1919 decidió acabar con su vida de un disparo en la sien delante de su novia cuando acababa de cumplir 21 años.

Ernesto Noboa y Caamaño nació en Guayaquil en 1898. Su familia estaba bien situada económicamente y por este motivo pudo dedicarse a la vida bohemia del estilo de los poetas parisinos de la época. Como consecuencia de una neurosis, acabó consumiendo morfina y drogas alucinógenas para encontrar cierta tranquilidad en su espíritu. En 1927, triste y enfermo, murió a los 38 años

Arturo Borja (1892- 1912) venía de una familia quiteña muy acomodada. A los 15 viajó a Paris para tratar un problema grave de visión y allí se impregnó del espíritu de los «Poetas Malditos» como Baudelaire o Verlaine. A los 20 murió de una sobredosis de morfina, unas semanas después de haber contraído matrimonio.

Humberto Fierro nació en la ciudad de Quito. Fue un poeta de gran sensibilidad, solitario y muy introvertido. Su vida laboral transcurrió en una oficina del Ministerio Público. A los 43 años falleció de muerte natural y fue el último poeta de la Generación decapitada.