Definición de Genuflexión
Cuando una o las dos rodillas se doblan se produce una genuflexión. Este gesto se realiza normalmente como muestra de veneración dentro de un acto religioso o bien como fórmula de respeto ante alguien de superior categoría.
En la liturgia cristiana
Se trata de un gesto que simboliza la veneración a Dios. Es un acto de reverencia y de sumisión. Se realiza siempre con la rodilla derecha apoyada en el suelo y al mismo tiempo inclinando la cabeza. Este gesto se ejecuta en distintos contextos: en presencia de la cruz durante el Viernes Santo, delante de las reliquias de una iglesia o en presencia del Santísimo Sacramento.
Ante la presencia de imágenes de santos no sería correcto realizar una genuflexión. Hay que indicar que este gesto no debe confundirse con el hecho de ponerse de rodillas.
En la civilización romana y en la ceremonia de vasallaje
La genuflexión de los cristianos es una tradición heredada de la cultura romana. Los romanos la realizaban como muestra de respeto cuando se encontraban frente a una persona que representaba la autoridad y el poder. Por otro lado, hay que indicar que los romanos tenían distintos tipos de saludos dependiendo de la situación y de las relaciones existentes entre las personas.
En la Edad Media en Europa se consolidó la institución del vasallaje. Los hombres que vivían en un feudo (los vasallos) se comprometían a respetar a un noble (el señor). Se trataba de un intercambio, ya que el señor proporcionaba seguridad militar a través de sus tropas y el vasallo podía ocupar las tierras del señor pagándole una cantidad o diezmo por los beneficios obtenidos.
Para que el compromiso adquirido fuera oficial, se realizaba la ceremonia de vasallaje. En este acto protocolario el vasallo inclinaba su rodilla ante su señor como muestra de respeto. Así mismo, se presentaba sin armas, con las manos unidas y el señor las cogía. En este momento ambos se juraban fidelidad.
Reverencia a la reina
Si bien la genuflexión ha perdido el simbolismo de otras épocas, en la actualidad todavía se realiza en algunos actos protocolarios en los países monárquicos. Este tipo de reverencia es una forma de saludo y, según los expertos en protocolo, tiene que hacerse doblando ligeramente la rodilla en el momento del saludo y mirando al frente y no hacia el suelo. Por otra parte, este gesto solo lo deben realizar las mujeres ante la presencia de la reina.
Esta forma de saludo genera una cierta polémica. Para algunos, es una formalidad anticuada y que debería desaparecer porque implica sumisión. Otros consideran que la genuflexión debe interpretarse simplemente como un gesto de cortesía.
Fotos Fotolia: daniel mauch / anggar3ind
Trabajo publicado en: May., 2018.
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