Definición de Gruta
Las palabras tienen su propia historia y evolución. Del griego kryptós, que significa oculto, se formó el vocablo en latín crypta. Con posterioridad, en latín vulgar se denominó crüpta y luego los habitantes de Sicilia le llamaron grutta y esta denominación evolucionó hasta el vocablo grotta en italiano. Así, a partir de la lengua italiana la palabra llegó al vocabulario castellano.
Al margen de su etimología, una gruta es un lugar oculto bajo la tierra. En nuestro idioma empleamos algunos sinónimos, como cueva, caverna o cavidad. Estas cavidades se forman normalmente por el efecto del agua sobre las rocas calcáreas. Así, la acción del agua va creando pequeñas fisuras que lentamente se hacen grandes hasta convertirse en agujeros de gran tamaño.
Lugares enigmáticos que atraen a millones de turistas en todo el mundo
Algunas grutas destacan por su espectacularidad. En ellas se encuentran lagos y ríos subterráneos y curiosas formaciones de gran valor geológico. Solo en México se encuentran algunas de las cuevas subterráneas con mayor interés para los turistas (las Cuevas de Naica, las Grutas de Cacahuamilpa o las Grutas de García). Estos lugares tienen igualmente un singular interés para los amantes de la espeleología.
Lo grotesco en el arte
El término grotta en italiano se empezó a utilizar en el mundo del arte a partir de Renacimiento. Así, cuando en las grutas romanas se descubrieron adornos y motivos decorativos, los artistas del Renacimiento empezaron a imitar el estilo ornamental de la antigüedad. Esta nueva corriente empezó a conocerse como grotesca y se caracterizaba por el uso de imágenes de animales y plantas en los techos y las paredes de las iglesias.
Con el tiempo, la idea de grotesco en las manifestaciones artísticas ha adquirido nuevos sentidos y significados.
Las catacumbas cristianas durante el Imperio Romano
Al margen de las grutas naturales, los seres humanos han construido estructuras subterráneas con alguna finalidad. Las catacumbas cristianas son cámaras construidas bajo tierra con el propósito de enterrar a los muertos.
Los primeros seguidores de Cristo que vivían en la ciudad de Roma eran perseguidos por las autoridades. Para enterrar a los difuntos según los ritos cristianos tuvieron que construir grutas subterráneas en forma de galerías.
Con las catacumbas los cristianos evitaban la costumbre de incinerar a los muertos. Los cadáveres eran colocados en los nichos y estos se cerraban con lápidas y finalmente se grababa el nombre del difunto.
Foto: Fotolia – Studiodr
Trabajo publicado en: Jun., 2018.
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