Significado de hidrósfera Definición, océanos, ríos, y glaciares
Licenciado en Biología
La hidrósfera es la formación líquida distinguida en la estructura del planeta Tierra, gobernado por los océanos. Es un neologismo que, a nivel etimológico, posee su raíz en los vocablos griegos hydor, traducido como agua, y sphaîra, que describe la figura esférica que representa en este caso la Tierra.
Nuestro planeta es el único conocido del sistema solar en el que existe agua en abundancia. Aproximadamente el 75% de nuestro planeta está cubierto de agua, en sus tres estados posibles: líquido, sólido y gaseoso. Desde la perspectiva sistémica, que considera a la Tierra un sistema complejo formado por varios subsistemas, la hidrósfera, que literalmente significa “esfera de agua” es el sistema formado por toda el agua de la Tierra, en cualquiera de sus estados.
El agua de la hidrósfera no solo es la que está presente en su superficie, en océanos, ríos, lagos y glaciares, también incluye el agua subterránea, que se encuentra confinada en la roca y se denominan acuíferos y hasta el agua en forma de vapor en la atmósfera, que forma las nubes.
El agua es esencial para la supervivencia de todos los seres vivos y para el funcionamiento mismo de la geología de la Tierra tal como la conocemos.
El agua es el principal agente de erosión y sedimentación que actúa sobre la corteza terrestre. A lo largo de miles de millones de años, el relieve de la Tierra ha sido modelado por el agua.
La distribución del agua
El agua en la Tierra se distribuye de manera desigual. Cada una de las “presentaciones” del agua se denomina “compartimento”, y para nosotros, los compartimentos más familiares de la hidrósfera son los ríos, los océanos y los glaciares. Entre estos tres compartimentos se distribuye más del 95% del agua de la Tierra.
Los océanos
Los océanos son las mayores extensiones de agua salada en la Tierra y cubren aproximadamente el 71% de su superficie. También es el compartimento de la hidrósfera que más agua contiene, cerca del 94% del agua se encuentra en los océanos.
Se forman en el interminable movimiento de las placas tectónicas. A diferencia de las montañas, que se forman cuando dos placas de la litósfera colisionan; los océanos se forman cuando dos placas se separan: entre ellas surge una inmensa grieta, conocida como “dorsal oceánica”. La dorsal no es más que una grieta en la corteza, por donde emerge constantemente roca fundida de las profundidades de la litósfera.
Este material fundido solidifica en contacto con el agua oceánica, y forma nueva corteza oceánica. Así, las masas continentales se van separando, y entre ellas, un nuevo océano comienza a crecer.
La profundidad de los océanos puede variar enormemente. La parte más profunda de la Tierra es la fosa de las Marianas, que se encuentra en el océano Pacífico y alcanza una profundidad de más de 10 kilómetros.
Los océanos son vitales para la regulación del clima global. Absorben calor del sol y las corrientes de agua oceánica redistribuyen este calor por todo el planeta, lo que ayuda a mantener las temperaturas en la Tierra en un rango adecuado para la vida.
La península Ibérica y las islas británicas serían lugares mucho más fríos, al estar tan cerca del polo norte, sin embargo, la corriente del Golfo, que se origina en el Caribe, lleva parte del calor ecuatorial a sus costas, lo que hace que el clima de esa parte de Europa sea menos frío.
Ríos y aguas continentales
Los ríos son cuerpos de agua dulce que fluyen por la superficie de la Tierra en el interior de los continentes.
Nacen en las zonas más altas del relieve, como montañas o colinas como pequeños arroyos y luego se unen para formar ríos más grandes a medida que avanzan hacia el mar o un lago.
Los ríos son una potente fuerza erosiva en el planeta, y son esenciales para la vida, al ser una de las fuentes de agua más accesibles para los seres vivos.
Muchas ciudades se establecieron cerca de ríos porque proporcionan agua para beber, para riego de cultivos y son una vía de transporte. Además, los ríos son lugares populares para actividades recreativas y turísticas.
Glaciares: reservas congeladas de agua
Los glaciares son vastas extensiones de hielo que se acumulan en regiones frías de la Tierra, como las regiones polares o las cimas de las montañas. Estos enormes bloques de hielo se forman a partir de la acumulación de nieve que se compacta con el tiempo.
Los glaciares, al igual que los ríos, se mueven. Fluyen desde su nacimiento, en la parte alta de las montañas hacia las zonas más bajas a una velocidad muy lenta, apenas unos centímetros por año. En algún punto de ese recorrido cuesta abajo, ya no hace suficiente frío para mantener el hielo, entonces el glaciar comienza a derretirse y se forman ríos que llevan el agua glaciar al océano.
Las únicas masas continentales cubiertas total o parcialmente por glaciares son la Antártida y Groenlandia. En el resto de los continentes, los glaciares solo se conservan en las cimas de las montañas.
El avance y retroceso de los glaciares es un proceso cíclico en la historia de la Tierra, que tiene ciclos climáticos fríos y cálidos o períodos glaciares e interglaciares.
Durante los periodos fríos o glaciares el hielo avanza y cubre extensiones mayores. El último periodo glaciar de la Tierra terminó hace unos 15000 años.
Desde ese momento, comenzó un periodo cálido o interglaciar y los glaciares han retrocedido lentamente. En los últimos 100 años, el calentamiento global causado por las actividades humanas ha sumado sus efectos a la tendencia de calentamiento del clima de la Tierra.
El agua está presente en todos lados. Además de los que se han comentado, hay agua subterránea, agua en forma de gas formando nubes, agua en el suelo húmedo (y esa es el agua que las plantas utilizan para crecer) y hasta agua formando parte del cuerpo de cada ser vivo que existe.
La hidrósfera conecta e interacciona con el resto de los sistemas de la Tierra.
El agua en la atmósfera, y la interacción de la atmósfera con los océanos determina gran parte de los fenómenos climáticos del planeta. En la corteza, el agua erosiona y aplana montañas con una fuerza intemporal.
Los ríos mueven toneladas de roca pulverizada y los nutrientes minerales son depositados en otros sitios o en el océano, lo que permite que la vida se desarrolle. Esto último es lo que trajo prosperidad a la civilización del antiguo Egipto, cada una de las crecientes del Nilo, el gran río de África, regaba el desierto con nutrientes en abundancia.
La vida misma se originó en el agua, y aún después de 500 millones de años de evolución, ninguna forma de vida se ha independizado de ella.
La mayoría de los seres vivos siguen prefiriendo vivir en lugares donde el acceso al recurso agua no es un problema y muy pocos se han adaptado a vivir lejos del líquido vital, en las extensiones de arena y roca seca de los desiertos.
Art. actualizado: Nov. 2024; sobre el original de junio, 2019.
Ilustraciones: Olando, Can Yesil
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.