Definición de Histología
Licenciado en Biología
En esencia, la histología es una rama de la biología que aborda el estudio de los tejidos, los cuales son la base fundamental de la construcción de los seres vivos pluricelulares, constituyendo una disciplina clave para comprender la anatomía y el funcionamiento de los organismos, incluyendo a los humanos. El conocimiento histológico sobre cómo es la estructura de los tejidos sanos es muy útil en medicina y el diagnóstico médico a la hora de identificar tejidos enfermos o disfuncionales.
Un Vistazo Histórico
Uno de los avances tecnológicos más significativos para el desarrollo de la histología fue el uso del microscopio. Los primeros microscopios se comenzaron a utilizar en el siglo XVII para observar células y microorganismos.
Este avance permitió por primera vez ver la estructura de la vida más allá del alcance de nuestros ojos.
En el siglo XIX se formula la teoría celular, que establece que todos los seres vivos están formados por células. Esta teoría sentó las bases para la histología moderna, ya que reconoció la importancia de las células como los componentes esenciales de los tejidos.
A medida que avanzaba el tiempo, la tecnología de microscopía mejoraba, permitiendo observar los tejidos con mayor precisión.
La tinción de tejidos con colorantes específicos, permitió una mejor visualización de las células y sus estructuras. La tinción es una técnica aún muy valiosa, ya que las diferentes estructuras celulares se tiñen con distintos colorantes. Así, a una muestra que se vería casi transparente (si es un tejido animal) o levemente verde (si fuera un vegetal), es posible “pintarla” para que los distintos tipos de células tengan colores contrastantes y faciliten su clasificación y observación detallada.
Tipos de tejido
La histología se dedica al estudio de los tejidos. Los tejidos son grupos de células iguales especializados en una función determinada. En los animales (incluyendo al ser humano), hay varios tipos de tejidos, cada uno con sus propias funciones y características. Estos tejidos incluyen:
Tejido Epitelial: es el revestimiento interior y exterior del cuerpo. Por ejemplo, la piel es un tejido epitelial que protege nuestro cuerpo de las influencias externas, como los gérmenes y el sol.
Tejido Muscular: se encarga de la contracción y el movimiento. Los músculos, trabajando en conjunto con el tejido óseo y el tejido nervioso nos permiten movernos, realizan fuerzas y hacen que el corazón lata.
Tejido Nervioso: es el responsable de transmitir información a lo largo del cuerpo. Las neuronas (las células del tejido nervioso) envían y reciben señales eléctricas que permiten la comunicación entre diferentes partes del cuerpo.
Tejido Conjuntivo: es un tejido de soporte y unión que mantiene todo en su lugar. El tejido adiposo, que almacena grasa, el tejido óseo, que forma los huesos, y el tejido sanguíneo son ejemplos de variedades de tejido conjuntivo.
La histología se adentra en cada uno de estos tipos de tejidos, estudiando sus estructuras a nivel microscópico. Esto significa observar las células que los componen y las sustancias que las rodean. Las herramientas fundamentales de un estudio histológico son las tinciones y, desde luego, el uso de microscopios.
La observación histológica
La observación de tejidos requiere una técnica adecuada. Las porciones de tejido para ver en un microscopio deben ser muy delgadas, con un ancho de apenas una décima de milímetro. Esto hace que prácticamente toda la muestra se vea transparente o translúcida.
Un estudio comienza con la recolección de una muestra del tejido de interés. Esto puede hacerse mediante una biopsia, una cirugía o incluso la extracción de tejido durante una autopsia. Si se trata de un tejido vegetal, pueden hacerse cortes delgados en el órgano que se quiere observar.
La muestra se prepara para la observación y este procesamiento previo incluye la tinción, y en algunos casos, la fijación. La fijación preserva las células y las estructuras del tejido y solo se hace en las muestras que deben ser conservadas por mucho tiempo. Si la muestra luego de la observación va a ser desechada, la fijación no tiene sentido.
Una vez que la muestra está teñida, a veces es necesario obtener cortes muy delgados para poder observar las células. Estos cortes pueden hacerse a mano, pero requieren mucha práctica. Generalmente, se usa un aparato llamado micrótomo que obtiene láminas extremadamente delgadas.
Luego, estas secciones delgadas, ya teñidas, se montan en portaobjetos de vidrio y se observan bajo un microscopio. Si la muestra no ha sido fijada, es necesario agregar unas gotas de agua en el portaobjetos, para evitar que la deshidratación rompa la estructura del tejido.
Ramas de la histología
La histología ha dado origen a varias subdisciplinas, pero, además, hay que tener presente que todas las ramas pueden aplicarse a tejidos animales o vegetales.
Histología General: es la rama más amplia y se enfoca en el estudio de los tejidos en general. Es la rama más antigua de la histología, y a partir de ella ha surgido el resto.
Histología Comparada: se ocupa de comparar los tejidos de diferentes especies. Ver cómo varían entre las especies puede arrojar pistas para entender cómo evolucionaron los tejidos a lo largo de la historia de la vida.
Histopatología o histología patológica: se ocupa del estudio de los tejidos enfermos.
Se analizan muestras de tejidos para diagnosticar malformaciones o anormalidades en el crecimiento del tejido. Algunas enfermedades, como el cáncer, solo pueden diagnosticarse fehacientemente mediante una biopsia para una observación histopatológica.
Histología y Medicina
La histología desempeña un papel fundamental en la medicina y en el diagnóstico médico. Para entender por qué es tan relevante, consideremos un ejemplo: el cáncer. Cuando una persona desarrolla un tumor canceroso, los médicos realizan una biopsia, que implica tomar una pequeña muestra del tejido sospechoso para examinarlo y así, confirmar o descartar el diagnóstico.
Esta muestra de tejido es observada por un especialista en histología patológica que busca signos específicos de cáncer en el tejido, como células anormales y una proliferación celular descontrolada.
La investigación médica y farmacéutica depende en gran medida de la histología. Los científicos estudian cómo las drogas interactúan con las células y los tejidos y cómo los afectan para desarrollar nuevos tratamientos y terapias.
A lo largo de la historia, la histología nos ha permitido comprender mejor la estructura y la función de los tejidos en los organismos vivos. Y este conocimiento, aplicado a nuestro propio organismo, es invaluable.
Con técnicas de microscopía y tinción nos abre la posibilidad de observar la vida a escala microscópica e identificar enfermedades y anomalías en las células, lo que la convierte en una herramienta fundamental para diagnosticar enfermedades.
Art. actualizado: Oct. 2023; sobre el original de noviembre, 2010.
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