Definición de Hostel
Existen distintas tipos de establecimientos destinados al alojamiento de huéspedes o turistas. El más conocido es el hotel, pero también hay otros como el hostal, el motel, la pensión o el hostel. Si bien todos ellos tienen algo en común ( se alquila una habitación a un precio determinado y el cliente tiene a su disposición unos servicios ) cada tipo de establecimiento tiene sus peculiaridades.
Si tuviéramos que emplear un término para definir a estos establecimientos diríamos que se trata de un albergue juvenil
Un hostel es un tipo de hotel destinado a la gente joven. Generalmente en los hostels los clientes son jóvenes viajeros de nacionalidades diversas que buscan un intercambio de experiencias con otros viajeros. Se podría decir que un hostel es un lugar de encuentro y de mestizaje cultural. Una de sus características es su ubicación, pues suelen estar situados fuera de los espacios urbanos y en zonas próximas al medio natural. Esta ubicación permite fomentar las actividades al aire libre y las relaciones entre los viajeros
Los hostels tienen unos precios asequibles y las habitaciones suelen ser compartidas con otros huéspedes y para ello se emplean las literas y no las camas convencionales. En ellos no hay normalmente baños individuales sino que son compartidos por los clientes. El modelo de habitación es bastante austero y sin las comunidades propias de un hotel (por ejemplo, la televisión o la nevera).
La mayoría de hostels forman parte de alguna red de asociaciones juveniles y generalmente se trata de federaciones internacionales sin ánimo de lucro.
¿A qué tipo de cliente le puede interesar un hostel?
El hostel no está pensado para personas mayores, ni para hombres de negocios ni para familias. En estos establecimientos la gran mayoría de clientes son muy jóvenes (menos de 30 años) que buscan un espacio multicultural en el que sea posible practicar idiomas, conocer gente o tocar música al aire libre. El cliente de un hostel busca algo más que un lugar para dormir y descansar y lo que quiere es tener una experiencia personal.
Los clientes de los hostels no contratan una habitación con un paquete organizado sino que van solos o en pareja y movidos por un espíritu aventurero. En el lenguaje popular son conocidos como mochileros.
Si bien estos establecimientos tienen una serie de ventajas, hay que indicar que no son recomendables para quienes buscan un lugar tranquilo y sin ruidos. En los hostels hay actividad y dinamismo y un cierto ajetreo y están concebidos para un tipo determinado de cliente.
Foto: iStock – portishead1
Trabajo publicado en: Ago., 2016.
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