Importancia de la Biosfera
Título de Profesora de Biología
La vida en el planeta se encuentra distribuida a lo largo, ancho, alto y profundo de una capa terrestre denominada biosfera, precisamente por esta razón y a fines de facilitar la comprensión de los estudios ecológicos, a medida que la naturaleza nos fue brindando conocimientos cada vez más profundos sobre su organización.
Las condiciones extremas de temperatura y presión, así como la carencia o exceso de determinados elementos esenciales para la vida, se presentan como los mayores condicionantes sobre los modos en los que las especies se hayan distribuidas y relacionadas en la biosfera, demostrando este segmento de la superficie terrestre cuáles son las características particulares que sostienen la vida, revelándonos también la información suficiente respecto a las condiciones que hicieron posible el surgimiento y evolución de la vida en el planeta, con datos que actualmente permiten a los astrobiólogos fundamentar la investigación científica para la búsqueda de formas de vida en otros planetas.
Subclasificaciones para la preservación
El estudio de la biosfera ha ameritado la generación de nuevos términos en el vocabulario de los ecólogos y con ello la clasificación de las dinámicas entre los seres vivos, el ambiente y los medios, expandiendo los enfoques con los que se contemplan a la naturaleza, mediante un abordaje técnico más especializado por áreas que ha contribuido tanto al desarrollo de las ciencias biológicas como de la visión de nuestra propia relación con el resto de las especies y sobre las alteraciones que hemos propiciado en la biosfera y cada una de sus modos de organización, clasificados como:
1) ecosfera, que engloba técnicamente el contexto de las relaciones ecológicas existentes entre todas las especies, medios y ambientes, por ende, suele ser intercambiado con el propio concepto de biosfera;
2) biotopo; con el cual se designan los tipos de entornos físicos específicos para un grupo de especies en estudio, por ejemplo un río o un bosque en particular;
3) biocenosis, conformada por las especies existentes en un biotopo;
4) bioma, el cual representa las áreas geográficas delimitadas por sus características ambientales específicas, como los desiertos, sabanas y tundras.
Todos estos conceptos permiten la consideración de los factores micros y macros que sostienen las dinámicas dentro de las zonas de vida o regiones biogeográficas en las cuales se distribuyen las especies sobre la Tierra, en función de las condiciones climáticas y geográficas, las cuales a su vez han determinado el curso de los procesos evolutivos necesarios para alcanzar las adaptaciones que han garantizado la continuidad de la vida.
Estabilidad planetaria del equilibrio vital
La disponibilidad de recursos en la biosfera para el desarrollo de la vida, se suma a los factores ambientales que condicionan a los nichos ecológicos, promoviéndose entre sus interacciones subyacentes, el establecimiento de unas dinámicas particularizadas y controladas por los comportamientos climáticos de la biosfera, quienes juegan el determinante papel de extrapolarlas a escala global, constituyendo así a los ciclos biogeoquímicos que posibilitan el aprovechamiento y reposición de los elementos vitales como el agua, el oxígeno, el carbono, el hidrógeno y el nitrógeno, que hacen posible la conformación de las estructuras moleculares orgánicas de las que se componen los seres vivos en todas sus dimensiones.
Las relaciones de los seres vivos y su medio natural
El conjunto de ecosistemas que conforman la vida en el planeta constituyen un conjunto mayor al que llamamos biosfera. En este sentido, todos los organismos influyen en el medio ambiente y lo modifican y, a su vez, dicho medio determina la vida de las especies. De esta manera, las relaciones que se producen en la biosfera se encuentran en un proceso de cambio permanente.
De alguna manera, podemos entender la biosfera como si fuera un ser vivo, con su propio estado y evolución. Esta idea ha sido denominada como hipótesis gaia y viene a decir que la totalidad de lo que existe es una entidad con vida propia.
Al ser un organismo vivo, en la biosfera se produce una constante creación y destrucción de materia y de energía. Al mismo tiempo, se trata de un gran mecanismo que se autorregula a sí mismo.
La idea de biosfera aporta un marco global a todas las disciplinas científicas que tratan sobre la vida en la Tierra
La biología en sus distintas ramas, la ecología o la geología son áreas de la ciencia que se centran en alguna dimensión de la vida. Para que cada una de ellas adquiera sentido es necesario entender toda la realidad viviente como una entidad superior. En esta línea, algunos científicos consideran que el ser humano debería replantearse su relación con el conjunto de la naturaleza.
El ciclo del nitrógeno en la biosfera
Todos los organismos vivos necesitan un elemento esencial para la vida, el nitrógeno. El aire contiene un 78 % de nitrógeno y para que las plantas y los animales absorban el nitrógeno es necesario que este gas se transforme previamente en nitratos. Así, los animales obtienen el nitrógeno al alimentarse de plantas o de otros animales que coman plantas.
Por otro lado, los rayos solares calientan el aire y esto provoca la combinación entre el nitrógeno y el oxígeno, es decir, óxidos de nitrógeno. Estos óxidos se disuelven en el agua de lluvia y se filtran en el suelo para formar nitratos. Estos nitratos son finalmente absorbidos por la plantas y constituyen la base alimenticia de los animales.
Nuevas actitudes necesarias
La complejidad de las interacciones entre cada uno de los componentes que constituyen la biosfera, así como su vasta diversidad, le confieren una particular fragilidad al sostenimiento del vital equilibrio entre éstos, algo en lo que llevamos siglos interviniendo y alterando, y con la insensibilidad de mantenernos ajenos a las devastadoras consecuencias que hemos dejado a lo largo de nuestra evolución social y tecnológica, desprendiéndonos de lo que hubiera representado nuestra evolución biológica y de lo que la biosfera ha representado para la propia humanidad e cuanto a ser:
1) la porción terrestre de donde obtiene la mayor parte de los recursos materiales para el propio sostenimiento del estilo de vida tecnificado que llevamos;
2) la principal fuente de obtención de los alimentos, pese a los avances de la tecnología e industria alimentaria, la totalidad de los alimentos de origen tanto animal como vegetal se sigue sosteniendo gracias a las dinámicas ecológicas globalizadas por la biosfera;
3) el área que nos expone a los factores de seguridad y también de riesgo de nuestro propio hábitat, viéndonos sujetos como cualquier otra especie a las afectaciones que el cambio climático puede generar; todo esto como mera muestra simplificada de lo que realmente representa la interpretación de la biosfera como el conglomerado de fenómenos e interacciones que correlaciona a todos los organismos y los elementos de la materia terrestre, fluyendo bajo el mismo propósito de seguir subsistiendo.
Imágenes: Fotolia. Kushnirov Avraham – Vadim_petrakov
Art. actualizado: Enero 2024; sobre el original de mayo, 2017.
Referencias
Carrillo, A. M. (2001). De la biosfera a la psicosfera. In Gestión y ordenación del medio ambiente natural (pp. 21-50).Folke, C. (2013). Respetar los límites del planeta y recuperar la conexión con la biosfera. Worldwatch Institute, The State of the World.
Guevara, S. (2010). Las reservas de biosfera en Iberoamérica. Ambienta, 92, 46-56.
Pignatti, S., & Trezza, B. (2000). Assalto al pianeta: attività produttiva e crollo della biosfera. Torino: Bollati Boringhieri.
Prat, N., Ros, J., & Peters, F. (2015). Ramon Margalef, ecólogo de la biosfera. Una biografía científica. Edicions Universitat Barcelona.
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