Importancia del Ciclo de la vida

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Desde el nacimiento, pasando por las etapas del crecimiento, desarrollo, reproducción y finalmente muerte de un organismo, el ciclo de vida está constituido por una sucesión de eventos que se repiten de una generación a la siguiente, con el biológico propósito de:

1) permitir la continuidad de las especies, garantizando la generación de nuevos individuos aptos para la vida, mediante la herencia de los genes más aptos;

2) estimular procesos de adaptación que a su vez orienten el curso evolutivo de las especies, con una variabilidad genética consistente y transmisible a las nuevas generaciones;

3) sostener el equilibrio de las poblaciones, a favor de la biodiversidad y el óptimo aprovechamiento de los recursos disponibles dentro de cada ecosistema.

Conservación de las especies y biodiversidad favorecidas

La alternancia de los ciclos de vida entre las especies lleva al enriquecimiento de las dinámicas existentes entre estas, debido a la diferenciación de roles con los que cada una contribuye para la supervivencia de las otras, manteniendo equilibrada la disposición de los elementos necesarios para que puedan llevarse a cabos sus ciclos de manera continua mediante las relaciones simbióticas y de depredación entre las diversas especies que conforman una red trófica.

Este vital fenómeno regula las dinámicas de poblaciones, valiéndose para ello de los mecanismos desarrollados mediante las interacciones alimentarias de las redes tróficas, permitiendo la transferencia de energía a través de un individuo a otro de especies distintas, gracias a la diversificación de sus hábitos alimentarios y de las capacidades metabólicas que les permiten el aprovechamiento de los nutrientes, evitando así el agotamiento de recursos, la depredación excesiva de una especie por parte de otra y la alteración de las condiciones ambientales, todo dentro de un marco de armoniosa cooperación biodinámica, con la que los humanos fuimos dejando de estar sincronizados, a medida que nuestra evolución tecnológica nos orientó hacia un consumo desproporcionadamente creciente de recursos, vulnerando el equilibrio bajo el que se rigen todos los ecosistemas, con las catastróficas consecuencias de la extinción de especies y la alteración de los ciclos biogeoquímicos.

Respetando ciclos para la vital ecodinámica

Con la alteración de estos procesos que permiten la continuidad de la disponibilidad de los elementos indispensables para la vida como el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, el hidrógeno y hasta el agua, se presentan tanto las perturbaciones atmosféricas que han desenfrenado el cambio climático, como la desestabilización de los ciclos de vida de las demás especies, pudiendo contemplarse a través del seguimiento de los estudios científicos sobre sus biologías, cómo los patrones de comportamiento, los hábitos alimentarios y reproductivos, así como la cantidad de especies e individuos varían dramáticamente a través del tiempo y con el incremento de los impactos ambientales generados por nuestras acciones, dejando en evidencia para el conocimiento y comprensión de todos, la imperiosa necesidad de la toma de medidas urgentes que permitan controlar las alteraciones que hemos desatado.

Estabilidad y resiliencia

La variabilidad existente entre los ciclos de vida ha dotado a la naturaleza de una cierta capacidad de resiliencia ante las alteraciones que los propios fenómenos ambientales les ofrecen, no obstante, la pretensión de que por sí solos los ecosistemas afectados con las acciones humanas sean capaces de recuperar el equilibrio de sus dinámicas, fuerza la barrera de los procesos evolutivos hacia la generación de nuevas respuestas adaptativas por parte de las especies, representando un riesgo naturalmente innecesario para muchas de estas, sin garantía alguna de que pudieran lograrlo, prolongando aún más el riesgo de disminución de las poblaciones hacia su potencial extinción, como por ejemplo lo que recientemente se ha descubierto que ocurre con una gran cantidad de insectos y aves, quienes a consecuencia de la excesiva iluminación nocturna de las ciudades y cercanías de las áreas naturales, han visto perturbados sus ciclos vitales, incrementando exponencialmente sus tasas de mortalidad, por el excesivo desgaste físico que les genera la desorientación provocada por la luminosidad artificial, afectando de manera directa en la disponibilidad de agentes polinizadores implicados en el desarrollo y continuidad de los ciclos de vidas de una gran variedad de especies de plantas, lo que repercute de manera directa tanto en el equilibrio de los ecosistemas, como en la propia producción agrícola de la que nos valemos para alimentarnos y cumplir con nuestro propio ciclo de vida.

 
 
 
Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Feb. 2024; sobre el original de junio, 2014.
Datos para citar en modelo APA: Cuoghi, S. (Feb. 2024). Importancia del Ciclo de la vida. Significado.com. Desde https://significado.com/im-ciclo-de-la-vida/
 

Referencias

Aranda Usón, J. A. (2006). El análisis del ciclo de vida como herramienta de gestión empresarial. FC Editorial.

Belart, A., & Ferrer, M. (1999). Ciclo de la vida. Desclée de Brouwer.

Usón, A. A., Usón, J. A. A., & Bribián, I. Z. (2010). Ecodiseño y análisis de ciclo de vida (Vol. 178). Universidad de Zaragoza.

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