Importancia de cuestionar la idea del Diario de Irigoyen

Una posible mentira que, aun a pesar de las dudas, fue convertida y es mantenida como verdad absoluta y transformada en metáfora para expresar la mirada ciega de los políticos de turno desde los espacios opositores. Tiene su origien y uso en la República Argentina, cuando se quiere dar cuenta que a una persona «le construyen» una realidad falsa para no enojarlo o para sacarle algún rédito, en alusión uno de los mitos alrededor de Hipólito Irigoyen, que cuenta que el ex-presidente estaba senil y recibía un diario distorsionando los hechos que se desarrollaban en la época, lo cual sería uno de los argumentos impulsado para propiciar el golpe de estado de 1930.

Edificar verdades falsas para cuidar el poder

O bien la que los propios dirigentes políticos terminan auto generando cegados por sus ambiciones y la falta de auto crítica que suele «enfermar» a muchos de los hombres del poder.

Su uso se ha adueñado del campo político, usándose para referir cuando a una persona, su círculo cercano de colaboradores, le arman una historia muy favorable, que no condice ciertamente con la realidad, con la misión de no contrariarlo, o que tome real conciencia de lo que sucede, que por supuesto no es grato ni mucho menos.

¿Una leyenda construida en base a la realidad?

Nació de la leyenda alrededor de uno de las personalidades políticas más relevantes del siglo XX como fue el ex presidente radical Hipólito Irigoyen (1916-1922/1928-1930), a quien sus asesores más cercanos, con el fin de no preocuparlo porque ya que estaba entrado en años y mal de salud, le imprimían un diario ficticio en el cual las noticias eran todas gratificantes pero no correspondían con la realidad del país, muy afectado por la crisis económica mundial.

Irigoyen fue derrocado en su segunda presidencia por el golpe de estado que encabezó el General Félix Uriburu, y según sostienen muchos historiadores que han investigado dicha historia legendaria con la cual no están de acuerdo, que lo del diario de Irigoyen fue una mentira que instauraron los militares golpistas para desprestigiar al ex presidente a quien querían remover del cargo a como de lugar.

Entonces, nada mejor que presentarle y convencer a la ciudadanía que el país estaba manejado por un mandatario afectado por la senilidad, y movido al antojo de sus asesores, para sacarlo del poder.

Dirigentes indiferentes a las demandas sociales

Más allá de su verdad o falsedad, debemos decir que desde aquella época a la actualidad, desde las más altas esferas del poder, y desde los medios de comunicación masiva, es habitual que se comente que muchos presidentes gobiernan con el «diario de Irigoyen» porque de lo contrario no se entiende cómo no reconocen determinadas coyunturas, o implementan algunas medidas inviables y nada efectivas.

O bien, alguien les cuenta mal la realidad por alguno de los propósitos ya indicados, o ellos directamente no la ven porque se asientan en una postura ideológica que consiste en creer que todo lo hacen bien y en favor del pueblo.

Muchas actitudes de la clase dirigente, desde Irigoyen hasta nuestros días, hace pensar que no ven lo que ocurre a su alrededor porque el ensimismamiento del poderoso los aleja del contacto con la gente real, especialmente las condiciones y situaciones más conflictivas y críticas del país como ser: la pobreza, la problemática educativa, la corrupción, entre otros flagelos.

Desconexión con la realidad

Clarísima muestra de esto que decimos son las declaraciones que deambulan por las páginas de los diarios, los canales de tevé, los portales de internet, y las emisoras de radio en las que los políticos en ejercicio del poder dicen cosas que se oponen totalmente con lo que la gente común vive y aprecia en su día, como: «no hay crisis económica, es solo una coyuntura exterior que nos está afectando pero ya pasará», «este no es un país productor de drogas sino de tránsito», «la inseguridad es una sensación», «la inflación está bajando», etc. etc.

Artes Fotolia: Alexander Pokusay, Drawlab19