Importancia del Estereotipo

Estamos acostumbrados a movernos en el plano de la generalidad, a clasificar la realidad en ideas generales como si se pudiera hacer un esquema de todo lo existente cuando en realidad, cada persona es única, diferente e irrepetible, por tanto, siempre existen excepciones a la norma general que muestran que los estereotipos son injustos porque cuando se toman al pie de la letra consiguen distorsionar la percepción objetiva.

Sin embargo, estamos tan acostumbrados a clasificarlo todo en etiquetas generales que surgen estereotipos que sirven como modelos que ejemplifican casos concretos. Los estereotipos son generales y con frecuencia, también, distorsionan la realidad porque no reflejan la riqueza real de cada caso particular.

Un estereotipo es una clasificación poco profunda de la realidad que recoge rasgos generales de un objeto, una situación o una persona.

Los estereotipos dan lugar a prejuicios que son condicionantes. Así sucede cuando una persona se crea una imagen mental de alguien a partir de su aspecto físico o de su lugar de procedencia. Todos los objetos o personas que quedan englobados bajo un mismo estereotipo tienen algunas cualidades comunes que sirven de vínculo para pasar de lo particular a lo general a través de la abstracción. Los estereotipos sociales pueden estar vinculados con la cultura, con la diferencia de géneros, con la edad o también, con las profesiones.

Los estereotipos muestran las ideas preconcebidas que una persona tiene sobre las actitudes de una persona o de un grupo de personas. Los medios de comunicación ejercen una gran influencia en la retransmisión de estereotipos sociales.

Por ejemplo, en la sociedad actual, la belleza femenina está asociada con el modelo único de delgadez extrema y juventud. Un estereotipo que tiene presencia en el cine, en las revistas de moda, en publicidad, en programas de televisión…

Se trata de una imagen distorsionada de la belleza real porque las mujeres reales tienen curvas y no se asemejan a las modelos que pisan con fuerza sobre la pasarela. Pero además, la belleza tampoco entiende de edad porque existen muchos tipos distintos de perfección estética y la arruga también puede ser bella.

Los estereotipos no son un problema siempre y cuando la persona es consciente de que dichos estereotipos no deben ser algo fijo en la mente sino una realidad que se puede modificar a través de la observación real del mundo. Juzgar a alguien a partir de algo tan superficial como un estereotipo es no profundizar en las raíces de la vida.