Importancia de los Glaciares
Título de Profesora de Biología
Los glaciares han quedado como muestra de los períodos de glaciación, logrando conservarse a través de los milenos gracias a las bajas temperaturas en los extremos polares de la tierra, como consecuencia de la inclinación de ésta con respecto a la incidencia de los rayos solares y en las cimas de las cumbres más altas del mundo por las condiciones de temperatura y presión atmosféricas. El lento proceso de su formación, así como las grandes extensiones que abarcan, nos han permitido ser testigos de su magnánima presencia, sin embargo, el frágil equilibrio alcanzado en las dinámicas del planeta se ha visto rápidamente alterado por el acelerado ritmo en el desarrollo tecnocrático de la humanidad, amenazando la estabilidad de estos gigantes y con ello la de toda la Tierra.
Los complejos ciclos que aportan al mantenimiento de los hielos en los polos y las altas montañas, han permitido la adaptación vital a éstos por medio de funciones como: 1) servir de reservas de agua dulce, almacenando grandes cantidades de ésta procedente de la compactación de la nieve acumulada capa sobre capa durante los períodos de invierno, y que posteriormente es liberada de forma gradual a medida que se produce su derretimiento, ayudando a mantener el caudal de ríos y arroyos durante los períodos de verano; 2) regular el clima tanto de las regiones polares como del resto del planeta por medio del flujo de las corrientes de las masas de aire y de las aguas oceánicas, al provocar sus movimientos por medio de los choques ente las altas temperaturas de las zonas tropicales y las bajas de los polos; y 3) brindar un hábitat para la vida silvestre adaptada a las condiciones extremas invernales.
La vida entre el hielo
Por más inhóspito que parezca, el escenario entre los glaciares también es un importante albergue para la vida. Su extrema geografía ha sido aprovechada durante miles de años por diversos grupos étnicos procedentes de sus áreas cercanas, como por ejemplo los Inuit, los Saami, y los Nenets de la región ártica, quienes recurren a ellos durante las estaciones de frío menos intenso, para proveerse por medio de la cacería y la pesca de las fuentes de proteína necesarias para su subsistencia, aún así, las fuertes adversidades de su gélido y tempestuoso clima no permite una estancia prolongada y estable de los humanos, más allá de temporales visitas de ocasionales científicos y turistas.
Por otra parte, focas, osos polares, pingüinos y otras aves como los albatros y petreles, así como una amplia variedad de invertebrados acuáticos y peces, entre otras especies conocidas y un número indeterminado de aquellas de las que aún siquiera se han encontrado evidencias de su existencia, dependen estrictamente de la presencia de los glaciares en los polos, debido al acompañamientos que estos les hicieran a lo largo de sus procesos evolutivos, estando profundamente integradas en las dinámicas ambientales específicas de estas áreas y cuya readaptación hacia temperaturas más elevadas implicaría un proceso para el que muy posiblemente no se cuente con el tiempo necesario, tornándose el calentamiento global una amenaza inminente que atenta en primera instancia contra la supervivencia de estas especies, con un escenario no menos preocupante para las especies de los glaciares montañosos, los cuales en realidad han sido los primeros en verse fuertemente afectados, como por ejemplo el glaciar del Pico Humboldt en Venezuela, el Ok en Islandia, el Pizol en Suiza, el Muir de los Glaciares de Alaska y el Qori Kalis en Perú, con considerables afectaciones en la flora y fauna existente en sus laderas.
Asuntos impactantes
En cuanto a lo que corresponde al resto del planeta y la humanidad, no sólo el Titanic ha tenido un impacto por los glaciares, el flujo de las aguas dulces que desde ellos llegan hacia tierras más cálidas, ha permitido el desarrollo de los sistemas agrícolas con los cuales se sustentan las poblaciones en las áreas más lejanas a la franja tropical, sirviendo también para la generación de energía hidroeléctrica sin la cual ya no pudiese ser posible la vida moderna, el detrimento de ambos recursos por la pérdida de los glaciares supondría el desplazamiento de grandes poblaciones humanas, afectando profundamente la estabilidad de naciones enteras, con consecuencias catastróficas para toda la humanidad.
Aunado a ello, la afectación por la alteración en el volumen de los océanos, la temperatura y la salinidad de sus aguas y de la geografía de las costas, como consecuencia del deshielo de grandes masas glaciares, constituye por sí mismo un cúmulo de variaciones radicales en el equilibrio ecológico de todo el planeta, con un impacto incalculable y muy pocas medidas paliativas a las cuales acudir.
Como si esto fuese poco, existe también la posibilidad de encontrarse atrapadas en las capas más profundas de los glaciares formas de vida de riesgo potencial, como virus, bacterias, priones y otros, por demás desconocidos aún para la ciencia, que pudiesen recuperar su actividad funcional tras el deshielo de su albergue y, aunque esto parte de los diversos planteamientos hipotéticos entorno a las consecuencias de la pérdida de los glaciares, no existen tampoco afirmaciones contundentes que nieguen rotundamente esta idea, por lo que las más recientes investigaciones científicas en desarrollo han abierto campos de estudio para la búsqueda y análisis de lo que pueda encontrarse resguardado en los glaciares.
Las heladas características
Así como las montañas y las placas tectónicas, los glaciares también presentan un movimiento extremadamente lento por las grandes extensiones que ocupan y sus pesadas masas, no obstante, las cada vez más frecuentes fracturas en éstos, generan el desprendimiento de fragmentos mucho más pequeños que terminan siendo desplazados por la fuerza de las mareas y arrastrados hacia zonas cada vez más transitadas por las embarcaciones en los mares, mientras que las comunidades terrestres que dependen de la presencia de los glaciares de sus altas montañas se convierten en testigos presenciales de deslaves con radicales alteraciones geográficas.
El área de ablación de los glaciares se encuentra en crecimiento producto de la elevación de la temperatura media terrestre, pero este fenómeno no es un hecho reciente, se trata más bien de una constante dentro de la termodinámica del planeta que ha permitido la formación de morrenas en casi todas las regiones y continentes a lo largo de las eras geológicas, dejando profundas huellas en una geografía tan vasta que pueden encontrarte evidencias de ello hasta a miles de Km de altura sobre el nivel del mar, por lo que este nuevo proceso de derretimiento glaciar masivo también está generando múltiples registros para la posteridad.
Referencias
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Eugenia, M. (2005). Los glaciares sistemas morfológicos singulares. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 13(3), 218-219.
Murray-Tortarolo, G. (2020). Historias congeladas en el hielo polar. Revista Digital Universitaria, 21(2).
Obermaier, H., & Carandell Pericay, J. (1916). Los glaciares cuaternarios de Sierra Nevada.
Serrano, E., González Trueba, J. J., & Sanjosé Blasco, J. J. D. (2011). Dinámica, evolución y estructura de los glaciares rocosos de los Pirineos.
Trabajo publicado en: Ago., 2023.
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