Importancia del Ni Una Menos
El nombre de Ni Una Menos representa una de las más fuertes luchas y uno de los reclamos más valederos de los últimos años en la Argentina, aunque el mismo se ha extendido a otros países. Es el concepto que sirve para designar a la lucha contra la violencia de género, para terminar con los femicidios y para poder cambiar los elementos de la sociedad que estimulan al control, agresión y muerte de las mujeres por parte de los hombres.
El nacimiento espontáneo de un movimiento que ya no tiene vuelta atrás: el empoderamiento de las mujeres
Mientras históricamente los asesinatos de mujeres a manos de hombres (tanto conocidos, parejas u hombres desconocidos) siempre fue titulado como «crimen pasional» en los medios, en los últimos años nació en la Argentina la idea de que ya no hablamos de crímenes que involucren a la pasión sino de actos que implican la violencia, la búsqueda de dominio y humillación por parte de los hombres hacia las mujeres. Esto, principal y más extremo resultado del patriarcado, se ha ganado un lugar tristemente célebre en los medios con los cada vez más numerosos crímenes de mujeres de diferente edad, aspecto, condición social y carácter.
El movimiento nace como una frase que busca señalar que ya no se tolera la muerte de ninguna mujer más, es decir, que no falte ni una menos. Y aunque el deseo queda simplemente en eso, un deseo, ante la dura realidad, es simbólicamente significativo ya que pone de manifiesto que la conciencia femenina ya no se puede ocultar, que va en crecimiento y que la lucha por la igualdad de género en todo sentido no se puede retrasar más.
Los eventos que determinan el nacimiento y el avance del Ni Una Menos
Si bien es difícil poder determinar qué o cuál caso fue el que marcó el inicio de este reclamo en la Argentina, dada la abundancia de casos de violencia y asesinato (muchas veces con mutilación, violación o tortura incluídas), fue la historia de Melina Romero el que pudo haber iniciado esta lucha. Melina era una adolescente que en 2015 fue asesinada en condiciones oscuras que involucran a hombres cercanos y desconocidos a su entorno.
Su muerte, sumada a las numerosas muertes acaecidas y al denigrante modo en que los medios representaron su historia, inició el reclamo que desde entonces no ha hecho más que crecer y tomar más fuerza.
Lamentablemente, nada cambió mucho en la realidad desde entonces ya que en tan sólo dos años muchas mujeres más han perdido la vida por femicidios cometidos por hombres de su entorno o no. Sin embargo, la importancia de esta lucha ha tenido que ver especialmente con visibilizar una situación que hasta hace unos años atrás era entendida como algo esperable o comprensible. También ha servido para cuestionar y poner en juicio muchas estructuras machistas y violentas, de dominio, persecución, humillación y violencia contra las mujeres.
Desde 2015 en adelante se han llevado adelante varias marchas masivas, con cada vez más mujeres, e incluso se ha celebrado en marzo del 2017 el Primer Paro Internacional de Mujeres que fue replicado en más de 50 países del planeta.
Imágenes: Fotolia – rob.z / nancymarjanovic
Trabajo publicado en: Jun., 2017.
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