Importancia del Poder
Título de Profesora de Biología
En todas las culturas, grupos sociales y eras, se manifiesta el poder bien sea como una capacidad de influenciar y dirigir hacia el logro de determinados propósitos destinados a bienes comunes, o, por el contrario, como mecanismo de control para la satisfacción de objetivos personales, sea como fuere, la administración de personas y recursos es universalmente subyugada por el poder de quien ejerza el rol para ello y, por ende, a la naturaleza potencialmente benévola o mezquina de sus intenciones.
La ética y los valores juegan el papel primordial sobre este concepto, por ser quienes a su vez dirijan el uso del poder hacia la ejecución de planes que ofrezcan auténticas soluciones a problemáticas y necesidades, en base a una toma de decisiones asertivas, orientando la gestión del poder de manera responsable para el desarrollo de funciones equitativas y justas. En este sentido, la extensión del poder necesariamente abarca ámbitos como:
1) la implementación de cambios y transformaciones procedimentales, conductuales o paradigmáticos;
2) el establecimiento del orden y el desarrollo de jerarquías; 3) el desarrollo de las funciones políticas de las naciones;
4) la distribución de recursos en todas las escalas;
5) la continuidad de las dinámicas culturales y la preservación de sus legados en las sociedades.
De la opresión a la liberación
A lo largo de la historia, miles han sido los ejemplos del alcance que tiene el poder, en especial cuando se ha empleado con fines opresivos. Las guerras y luchas de conquista e independencia entre los pueblos, han sido fruto directo de la necesidad instintiva de imponer un orden, y de la aún más humana necesidad de que éste se convirtiese en una herramienta al servicio de la justicia y la igualdad.
La transformación del poder desde la imposición monárquica hacia la implementación de modelos políticos orientados al servicio de las sociedades, ha consumido cuantiosas cifras de recursos y vidas humanas sacrificadas, a lo largo de la historia, mediante pugnas que aún están lejos de dejar de ser implementadas, tal y como lo demuestran las actuales guerras. Sin embargo, las sociedades modernas manifiestan un grado de conciencia cada vez más profundo sobre la necesidad de un ejercicio del poder por parte de quienes puedan garantizar la integridad de sus funciones, así como la redistribución del poder hacia el desarrollo de un papel cada vez más protagónico por parte de los pueblos.
El liderazgo eficaz
Por otra parte, un poder adecuadamente ejercido, permite el mantenimiento de la gobernabilidad y estabilidad de las sociedades, mediante la implementación de políticas públicas que contribuyan a la resolución de los problemas y necesidades, evitar el caos y la anarquía, permitiendo garantizar la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos y su igualdad ante la ley y la justicia.
En términos menos burocráticos, la influencia positiva de un liderazgo bien desempeñado, promueve el crecimiento y expansión de las instituciones, empresas y sistemas, y potencialmente el de sus miembros, a través de modelos de gerencia cada vez más solidarios con las necesidades colectivas e individuales de quienes laboran en ellos.
Tipología del poder
Según sea el caso, el poder es capaz de mostrar diversas caras, pudiendo ser ejercido como un mecanismo:
1) coercitivo, mediante la implementación de estrategias y normas que ejercen juicios sancionadores y castigan el comportamiento de las personas, con el propósito de persuadir a quienes son subyugados en el cumplimiento de los servicios o aportes que se les exigen, siendo este el mecanismo de opresión implementado por las sectas y grupos religiosos, así como por los regímenes políticos dictatoriales;
2) legítimo, representativo de una autoridad legalmente constituida y seleccionada para su ejercicio como figura para permitir la implementación de sistemas organizacionales, tales como los ejercidos por gerentes, directores y coordinadores dentro de la administración de empresas, organizaciones sociales o instituciones gubernamentales;
3) experto, generado como consecuencia del conocimiento, habilidades y experiencia que una persona haya adquirido en una materia y el reconocimiento social que se haga de ello, otorgando al experto la capacidad de influir sobre las decisiones concernientes a su área, tal y como ocurre en los campos profesionales, educativos y de investigación;
4) recompensante, cuya estrategia para el logro de los propósitos se centra en el ofrecimiento de gratificaciones y recompensas a como argumento motivacional principal, tal y como se contempla en las organizaciones y líderes que incentivan a las personas mediante el dinero y otros beneficios;
5) referente, el cual suele generarse espontáneamente debido al carisma natural que pueda poseer una persona, llevándole a atraer y mantener seguidores, convirtiéndose en una figura influyente, siendo este un recurso empleado con mucha frecuencia en la política, y que también ha permitido el surgimiento de influencers dentro de todas las áreas, mediante el uso de las redes sociales.
Art. actualizado: Julio 2024; sobre el original de julio, 2016.
Referencias
Foucault, M. (1988). El sujeto y el poder. Revista mexicana de sociología, 50(3), 3-20.Foucault, M. (2014). Las redes del poder. Buenos Aires: Prometeo libros.
Hall, S., & Mellino, M. (2011). La cultura y el poder. Buenos Aires: Amorrortu.
Han, B. C. (2016). Sobre el poder. Herder Editorial.
Luhmann, N. (2005). Poder (Vol. 20). Anthropos Editorial.
Van Dijk, T. A. (2011). Discurso y poder. Editorial Gedisa.
Imágenes: iStock. exdez / SolStock
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Rubén Ene., 2023
Pues es cierto, en las clases se establecen ciertas jerarquías donde uno es el que reina junto a otros, de menor vínculo con otros. En otras, la jerarquía se rige por el miedo.
Comentarios
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