Importancia de las Redes sociales

Una red social proporciona un conjunto de instrumentos para potencializar la exploración de las relaciones desde un marco social, como también profesional y comercial, sobre la base de la interacción particular con amigos, familiares y conocidos, ya sea para entretenerse o simplemente mantenerse en contacto, como también para compartir públicamente una experiencia específica o hacer una declaración formal; asimismo, posibilita la creación de un espacio comunicacional abierto al mundo, capaz de transformarlo en una alta fuente de ingreso, gestionado por una persona independiente capaz de tornarse en influencer, de acuerdo al alcance de sus publicaciones, o bien administrado por una figura pública reconocida que aprovecha su popularidad para comenzar su actividad online, en ambos casos el perfil se presenta típicamente con el nombre propio de la persona, pero también puede recurrirse a un pseudónimo o nombre de fantasía. Del mismo modo, la mayoría de las instituciones privadas/públicas tienen su espacio como una vía de contacto, dado el uso masivo de estas plataformas.

Recuperar amigos de la infancia, mantener latente el diálogo con alguien que se mudó a otra ciudad o país, conocer nuevas personas, analizar oportunidades laborales o de crecimiento profesional, consultar o hacer un reclamo/denuncia de forma pública o por privado a un organismo respecto de un producto y/o servicio. En una red social convergen infinidad de personas, independientemente del status y reconocimiento público, y es así, que el uso cambia de acuerdo a los contactos, necesidades y objetivos que tiene cada usuario, permitiendo la posibilidad de desarrollarse, no importa de quién se trate.

Un adolescente en etapa escolar, un reconocido actor, un funcionario público, una persona mayor retirada laboralmente, etc., la cantidad de perfiles y combinaciones es interminable. No obstante, básicamente, el uso de la plataforma se adapta sobre el nivel de contactos, necesidades y objetivos que tiene cada usuario, permitiendo la posibilidad de desarrollarse, no importa de quién se trate.

Cada red social tiene sus modos de funcionar y códigos de conversar. Twitter, LinkedIn, Facebook, Instagram, TikTok, Youtube… cada una tiene sus particularidades y exhibe cierta tendencia de uso. De este modo, LinkedIn es el espacio idóneo para trabajar las relaciones profesionales; Facebook ayuda a encontrar viejas amistades gracias a su amplio alcance generacional, a lo que usuarios más jóvenes optan por otros espacios, como Instagram (con su atractivo formato basado en la expresión mediante fotografías), que justamente fue adquirido por Facebook previendo esta creciente tendencia migratoria. TikTok y YouTube, en cambio, trabajan el formato multimedia, permitiendo a sus usuarios crear canales informativos, donde el concepto de red social se refleja en la interactividad directa con los usuarios que acompañan el canal correspondiente.

Peligros en las redes sociales: abusos, estafas y sesgos informativos

Ante la masiva utilización de estas plataformas, surgen individuos malintencionados que pretenden aprovecharse de los usuarios. Por un lado, hay que tomar cuidados con la forma en la que menores y adolescentes se desenvuelven en estos universos digitales, dada la exposición y el contacto directo que se puede establecer con un desconocido. Los padres tienen que acompañar, sabiendo encontrar un balance con las libertades de sus hijos. Del mismo modo, el bullying es un fenómeno que se torna una problemática constante en el espacio virtual, inclusive, se potencializa, porque molestar a alguien desde la comodidad de su computadora o smartphone resulta una tarea simple y rápida.

Por su parte, existen innumerables casos de estafa. Uno de los métodos más típicos comprende a individuos que entran en contacto simulando representar a una empresa, de este modo obtienen datos personales sensibles.

El sesgo informativo es otro mal de las redes sociales, a lo que los usuarios pretenden estar informados desde las publicaciones compartidas en las plataformas. Esto produce una visión completamente distorsionada de la realidad, limitándose a una visión basada en las propias preferencias, es decir, uno termina leyendo/escuchando lo que quiere y no lo que realmente es.

Consecuencias de las palabras, y la cultura del cancelamiento

Quien interactúa en una red social tiene que comprender que existen reglas y responsabilidades sobre lo que publica. No se puede amenazar o atacar a alguien sin esperar consecuencias legales, del mismo modo a lo que pasaría en un escenario físico.

Por su parte, y en particular con personalidades públicas, las opiniones pueden tener rechazo en la sociedad, y por ende impartir drástica y negativamente en quien las dijo. Por ejemplo, si un deportista hace un comentario discriminatorio, las marcas que lo patrocinan podrían cancelar sus contratos, y el club podría sancionarlo, porque existe un compromiso en la imagen de la persona extendido a sus vínculos profesionales.