Importancia de la Reproducción Biológica

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Uno de los requisitos indispensables para poder pertenecer al grupo de los seres vivos se encuentra condicionado a la capacidad de poseer un mecanismo propio para su reproducción, por ende, desde una visión técnica conceptual, esta consideración ha generado importantes debates científicos –aún sin solución– en cuanto a si los virus pueden ser o no merecedores de entrar en este renglón biológico, dejando en manifiesto la utilidad discriminatoria que la reproducción posee dentro de las bases de la sistemática. Apartando ahora estos menesteres de la ciencia humana, la posibilidad reproductiva que una especie ha logrado desarrollar, incluyendo la de los virus, ha sido la clave esencial que determina: 1) la continuidad de la especie; 2) la posibilidad de generar mutaciones en el patrón genético; 3) la capacidad de transmitir las variaciones genéticas viables hacia las nuevas generaciones; 4) una de las vías más eficientes para la expansión de la especie hacia otros territorios; y 5) en el caso de los humanos y algunas otras pocas especies, la opción de tener una fuente de diversión y placer en el intento.

De lo bueno lo mejor

Existen diversos tipos de reproducción, pudiendo hacerse una división inicial sobre dos modalidades básicas, asexual y sexual, en función a los procesos propios que experimenta el material genético de la especie para poder generar una nueva forma de vida. Ambos esquemas reproductivos persiguen a su vez dos propósitos fundamentales, siendo el primero el poder garantizar a la especie la continuidad de la selección de los mejores genes para el desarrollo de nuevos individuos óptimos y saludables, mientras que el segundo ha garantizado evolutivamente que lo anterior pueda cumplirse por medio de la menor inversión posible de recursos.

Este esquema de continuidad genética permite la discriminación de la información defectuosa, guiando hacia la reducción de los patrones genéticos inviables o que llevan al desarrollo de individuos con menor posibilidad de supervivencia ante las condiciones ambientales, a la par que va favoreciendo la replicación de aquellos que demuestran ofrecer las ventajas adaptativas que la especie necesita para perpetuarse, condición que se presenta tanto de modo asexual como sexual, aunque en este último caso, también entra en juego una serie de otros factores fenotípicos, químicos y conductuales que dirigen hacia un proceso de selección natural mucho más complejo.

Conservación de las especies

Poder garantizar que una especie sobreviva a través del tiempo, depende estrictamente de la eficiencia de su modelo reproductivo y de la propia adaptabilidad que este pueda ofrecer. Tomemos como ejemplo los recursos reproductivos de las plantas. La mayoría de estas tienen la capacidad de desarrollar un conjunto de diminutas estructuras con células especializadas en el proceso de crecimiento denominados meristemas, las cuales pueden encontrarse en diversas partes de la planta, otorgándole la oportunidad de apoyarse en la reproducción asexual, también denominada vegetativa, por medio de los explantes que pueden desprenderse la planta originaria.

Este recurso, combinado con la reproducción sexual por medio de flores, frutos y semillas, suman a las plantas superiores la capacidad de disponer de todo un gran abanico de estratagemas para garantizar su continuidad, más a la vez, ambos mecanismos reproductivos son condicionados por una alta sensibilidad ambiental – fenómeno que también se evidencia en el reino animal – que controla la frecuencia e intensidad reproductiva, e incluso el número de descendencias que una especie puede tener en un momento dado, en función a la necesidad específica de nuevos individuos que garanticen la continuidad de la especie, sin alterar el equilibrio natural existente entre las poblaciones de un ecosistema determinado.

Jugando con la probabilidad

A todos los factores de la reproducción biológica finalmente ha de sumarse también un asunto matemático, que es el de la probabilidad de interacciones ocurrentes entre las variables a las cuales una especie se somete para lograr reproducirse, teniendo que sortearse a su vez la disponibilidad de la información genética de mejor calidad, de allí que Darwin pudiese demostrar la importancia que la supervivencia del más apto tiene para también lograr producir una descendencia capaz de defenderse como lo hicieron sus predecesores, a la vez que ofrece la posibilidad de generar combinaciones tales que orientaran hacia el desarrollo de nuevas especies, lo que conllevó a la grandiosa biodiversidad actualmente reinante.

Referencias

Biblioteca Salvat (1973). La evolución de las especies. Barcelona, España. Salvat Editores.

DuPraw, E. (1971). Biología Celular y Molecular. s/e. Barcelona, España. Ediciones Omega, S.A.

Lehninger, A. (1977). Bioquímica. 2da Edición. Ciudad de la Habana, Cuba. Editorial Pueblo y Educación.

Mathews, C. et all. (2005). Bioquímica. 3era Edición. Madrid, España. Pearson – Addison Wesley.

Ville, C. (1996). Biología. 8va Edición. México. McGraw-Hill.

 
 
 
Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Trabajo publicado en: Oct., 2013.
Datos para citar en modelo APA: Cuoghi, S. (octubre, 2013). Importancia de la Reproducción Biológica. Significado.com. Desde https://significado.com/im-reproduccion/
 

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