Importancia del Ser Humano
Título de Profesora de Biología
El ser humano es definitivamente lo más extraño que existe sobre la faz de la Tierra. Posee una capacidad inverosímil para pensar, sentir, comunicarse y crear, tan distinta a como pueda hacerlo cualquier otra forma de vida, que ya sólo por eso terminamos afirmando ser superiores al resto de la existencia. Y, aunque realmente esta superioridad sea fuertemente debatible y cuestionable, una cosa sí podemos dar por cierta: no debemos obviar el papel y la influencia que desempeñamos, ya que somos responsables de la forma en que nuestra propia especie en sociedad se desarrolla y evoluciona.
Si abordamos la importancia del ser humano desde una visión filosófica, se observa un ser consciente y autónomo, por ende, con la capacidad de tomar decisiones – buenas o malas – y actuar en consecuencia de éstas, lo que nos otorga una gran responsabilidad sobre el modo en el que nos tratamos a nosotros mismos y a los demás. Aunado a lo anterior, el ser humano es capaz de tener una conciencia moral, lo que significa que tenemos la capacidad de construir una valoración sobre lo que es correcto o incorrecto y asumir esta información para tomar las decisiones pertinentes, las cuales deberían mayormente inclinarse hacia el lado de lo moral, ético y hasta personalmente correcto, sin embargo, esta escala de valoración puede variar dependiendo de múltiples factores, convirtiéndose en uno de los aspectos que más nos hacen ser distintos e irrepetibles, incluso entre nosotros mismos, como individuos de una misma especie.
A prueba de todo
Científicamente, la apreciación del ser humano recae sobre sus propios hechos biológicos y en el cómo ha sido capaz de aprovechar al máximo las bondades evolutivas que fue acumulando a lo largo de las eras, como por ejemplo, haber desarrollado un cerebro que hasta ahora se presenta como el más complejo y avanzado de todos los seres vivos, lo que nos permite tener una capacidad cognitiva, consciente e incluso motora por encima de lo que pudiese hacer el cerebro de cualquier otra especie, o por lo menos eso creemos hasta los momentos.
Además, nuestras habilidades físicas y mentales nos han permitido desarrollar tecnologías y crear culturas y sociedades complejas por medio de las cuales hemos logrado generar transformaciones y cambios en el mundo, aunque no todos con resultados positivos, en especial para el resto de los habitantes del planeta. Sin embargo, esta habilidad nos ha llevado a convertirnos en unos auténticos expertos a la hora de pretender amoldar absolutamente todo a nuestras propias necesidades, convirtiéndonos en una especie tan resistente a los cambios del entorno, que una potencial extinción humana ya sólo es considerable como viable si el propio ser humano, bien sea de forma intencionada o bien accidentalmente, provoca su auto ejecución masiva.
Evidentemente, para que un escenario como ese pudiese ser posible, implicaría que todas las demás especies sobre el planeta también pudiesen correr con la misma suerte, o incluso, que la mismísima tierra pudiese llegar a sufrir de perturbaciones tales que la vida sobre ella ya no fuese posible, no obstante, todas estas son elucubraciones apocalípticas que se supone no deberíamos dedicarnos a materializar, como consecuencia del buen juicio que deberíamos tener gracias a nuestra evolución superior.
Comportamiento humano
Social y culturalmente hablando, somos seres necesitados de una vida gregaria por naturaleza, por ello que estamos constantemente buscando establecer conexiones con los demás, creando vínculos interpersonales que trascienden por encima del mero hecho de la consanguinidad familiar, más aún en las últimas décadas, debido a la proliferación y masificación en el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, lo cual a su vez ha generado nuevos y profundos impactos en el comportamiento humano y en el modo en el cual había estado evolucionando la sociedad, por lo que ahora el panorama futuro se hace aún menos predecible con respecto a lo que el ser humano del mañana será capaz de lograr.
Los daños a resarcir
El ser humano también es importante desde un punto de vista ecológico. Somos parte integral del ecosistema terrestre, y tenemos una gran responsabilidad en la forma en que tratamos el medio ambiente, aunque nos cueste aceptarlo y más aún comprometernos con ello. La degradación del medio ambiente y la pérdida de biodiversidad son problemas graves que hemos ocasionado y que ponen en riesgo la vida en la Tierra, por ende, se convierte en nuestra responsabilidad el crear mecanismos y tomar acciones con las cuales poder proteger y restaurar el equilibrio ecológico y lograr crear también un mundo más justo, equitativo y sostenible, pero eso sólo si tomamos nuestra responsabilidad en serio y trabajamos juntos para alcanzar estos objetivos.
Referencias
Alonso, L., & de Vásquez, I. E. (2003). El ser humano como una totalidad. Revista Científica Salud Uninorte, 17. Colombia.
Moreno, J. (2014). Ser humano: La inconsistencia, los vínculos, la crianza. Letra Viva. Argentina.
Morris, D., (1971). El Mono Desnudo – Un estudio del animal humano. Plaza & Janés, S.A. Editores. España.
Morris, D., (1975). El Zoo Humano. Plaza & Janés, S.A. Editores. España.
Trabajo publicado en: Sep., 2013.
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