Importancia del Sol
Título de Profesora de Biología
Hablando propiamente de nuestro Sol, tal y como nos referimos a la estrella que ostenta el título de ser el elemento más esencial del sistema solar en el que nos encontramos girando, permitiéndonos considerarlo al menos como el centro de la diminuta fracción de Universo que nos corresponde, ya que literalmente nuestro mundo gira entorno a él. Sin embargo, debemos mantener en claro que el reinado de este astro no es, particularmente, ni más grande o poderoso que el de otra estrella, de hecho siquiera su antigüedad o el brillo que aún le queda por delante en el tiempo, le hacen merecedor de la excepcional importancia que le atribuimos, de no ser por el hecho de considerar que le debemos todo cuanto ocurre en la Tierra.
Y aunque el sol es esencial para la vida en la Tierra, también puede ser una fuente de riesgo, ya que la excesiva exposición a su radiación ultravioleta puede causar daño celular en la piel, además de provocar insolación y deshidratación en los seres vivos.
Energía constante
Por ser la principal fuente de energía de la cual depende la vida, a través de la gran cantidad de radiación electromagnética en forma de energía calórica y lumínica que nos brinda, es que evolutivamente se han hecho posibles fenómenos como la fotosíntesis y el desarrollo de funciones metabólicas complejas como los patrones de vigilia – sueño y los ciclos circadianos de los seres vivos.
No obstante, fenómenos físicos como la estabilidad relativa del clima también son producto de la acción directa del sol, consecuencia de las dinámicas térmicas establecidas junto a la rotación permanente y constante de la tierra y la variación de distancia existente entre esta y el sol a lo largo del recorrido traslacional de la elipse que describe con su órbita.
Otra particularidad esencial, no sólo de la vida en la tierra sino de todo el sistema solar que en su entorno se mantiene, es su temperatura. Con un nivel en su superficie de alrededor de 5,500 grados Celsius, y unos 15 millones de grados Celsius en su núcleo, nuestro astro rey brinda de forma constante la energía calórica y lumínica necesaria para el desarrollo de una zona habitable en cierta porción de su perímetro, esto también ha permitido el desarrollo de modelos de estudio extrapolables hacia otras estrellas con sus respectivos sistemas solares y la consideración de la posibilidad de que pueda generarse vida también en sus respectivas zonas habitables, siempre y cuando los planetas que orbiten en ellas cumplan con los demás requerimientos, tarea que no ha sido nada fácil, debido a la gran variabilidad de condiciones y elementos en juego, por lo que aún no se ha logrado encontrar ninguna otra forma de vida por fuera de nuestra increíblemente afortunada Madre Tierra.
Dinámicas orbitales
Los sistemas solares se generan como consecuencia de la fuerte influencia de la fuerza de gravedad vinculada a la masa del sol ubicado en su centro, en este sentido, comparado con nuestro planeta y algunas otras estrellas relativamente cercanas, nuestro sol posee una masa enorme, haciéndolo capaz de generar la fuerza gravitacional suficiente como para mantener a los planetas orbitando de forma estable en su entorno, conservando así todo el sistema solar en equilibrio.
Todo este equilibrio se vería completamente alterado, por ende, con el considerado fallecimiento de la estrella, pero no tanto por la alteración de la fuerza gravitacional en sí, sino como consecuencia de la abrupta liberación de energía y la deformación del espacio-tiempo en el cual se encuentra el sistema, produciendo catastróficas consecuencias que destruirían todo en este hasta entonces pacífico vecindario planetario. Por fortuna, nuestro sol aún cuenta con el suficiente combustible como para no tener que preocuparnos por el agujero negro en el cual se convertirá, ya que lo más seguro es que antes de que eso pudiese ocurrir, hayamos sido capaces de extinguirnos por nuestras propias acciones.
Un mayor uso solar
Por otra parte, la comprensión de la importancia del sol para la vida en la Tierra ha llevado a un mayor interés en el desarrollo de medios tecnológicos que permitan aprovechar la energía solar como fuente de energía renovable, limpia y sostenible que se puede utilizar para generar la electricidad necesaria tanto a pequeña como a gran escala, pero esta es una visión en la cual aún queda mucho por desarrollar, calcular y por encima de todo, cimentar por encima de los intereses personalistas de quienes controlan los modelos energéticos en el mundo.
Referencias
Campanella, T. (2020). La ciudad del sol. Editorial Verbum.
Da Silva, A. V. R. (2006). Nossa Estrela o Sol (Vol. 7). Editora Livraria da Física.
Gómez, J. M. R. (2021). La influencia del Sol en la Tierra y otros planetas: Clima espacial. Revista Brasileira de Ensino de Física, 43.
Smith, A. G. (1969). Radioexploracion del sol (Vol. 15). Reverte.
Trabajo publicado en: Jul., 2012.
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