Importancia de la Sucesión Ecológica

David Alercia
Licenciado en Biología

La sucesión ecológica es el proceso natural por el cual la vegetación y fauna de un ecosistema van cambiando progresivamente en el tiempo, a medida que se van modificando las condiciones ambientales. La sucesión es una transición ordenada de las comunidades biológicas en un lugar, pasando de un estado inicial, en el que solo están los organismos pioneros, a un estado maduro y estable. En los ecosistemas maduros, la biodiversidad es mucho mayor que en el estado inicial y los ecosistemas son plenamente funcionales. Este fenómeno juega un rol clave tanto en la evolución de los ecosistemas en el tiempo, como en la restauración de áreas que han sufrido desastres, o que han sido degradadas por agentes externos.

Proceso

La Tierra no siempre fue un planeta lleno de vida, en todos los ecosistemas que actualmente vemos repletos de diversidad, en algún momento de la historia geológica, no hubo nada. Solo tierra y rocas yermas. Alguna vez, hubo una oleada de organismos “pioneros”, que colonizaron esos páramos. A partir de ese momento, comienza un proceso ecológico conocido como sucesión ecológica; que es el responsable de instaurar, o restaurar las condiciones para que otros organismos puedan vivir allí.

Estamos muy acostumbrados a pensar en las intervenciones humanas como agentes de degradación de los ecosistemas, pero una catástrofe natural, como un incendio, una inundación; o incluso un cambio climático como una glaciación también pueden “resetear” a cero la comunidad biológica del sitio y devolver el ecosistema a un estado inicial, donde no queda casi nada vivo. Estos eventos externos se conocen como disturbios.

El resultado final de la sucesión, que es un ecosistema maduro, se conoce en ecología como clímax y es el momento donde la comunidad biológica alcanza su máxima complejidad y estabilidad. Los ecosistemas en clímax son plenamente funcionales, asegurando la provisión de servicios ecosistémicos.

Este estado de equilibrio puede persistir durante períodos prolongados si no hay disturbios significativos.

Tipos de sucesión ecológica

Existen dos tipos principales de sucesión ecológica: primaria y secundaria.

Sucesión primaria

La sucesión primaria ocurre en zonas donde, previamente, no había un ecosistema establecido y es el proceso de colonización de nuevas áreas por los seres vivos.

Las islas volcánicas recién formadas son buenos ejemplos de sucesión primaria. También lo son el terreno desnudo que queda luego del derretimiento de los glaciares o el terreno que emerge luego de un descenso del nivel del mar.

Las Islas Galápagos son un archipiélago de islas volcánicas ubicadas frente a la costa de Ecuador en América del Sur.

Estas islas se formaron hace unos 5 millones de años, sin ninguna forma de vida presente. Geológicamente, son islas muy jóvenes, ya que 5 millones en el tiempo geológico son casi un parpadeo.

Luego de que las islas se formaron, los organismos del continente comenzaron a colonizarlas, comenzando con líquenes y musgos. Luego se establecieron plantas pioneras como los pastos y los arbustos. Con el tiempo, las aves y otros animales llegaron a las islas, llevando consigo semillas y contribuyendo a la diversificación de la flora y fauna.

Este proceso de complejización de la comunidad de seres vivos, o biota, continuó durante todo este tiempo, dando lugar a la formación de ecosistemas actuales de las islas, que son únicos y por eso están legalmente protegidos.

Sucesión secundaria

La sucesión secundaria ocurre en áreas donde había un ecosistema previo pero que ha sufrido un disturbio tan grande que lo ha degradado por completo o lo ha destruido.

A diferencia de la sucesión primaria, en donde se tienen que dar procesos muy lentos de formación de suelo, aquí el suelo y otros recursos necesarios para el crecimiento de las plantas aún están presentes; pero la comunidad ha sido destruida o severamente diezmada.

El resultado de la sucesión secundaria es un nuevo estado de clímax, que no necesariamente es igual al primero. Esto es un punto importante, porque hay que tener muy presente que una sucesión secundaria llevara al ecosistema a un nuevo estado de equilibrio o clímax, y ese estado puede o no ser similar al que existía previo al disturbio.

Por ejemplo, en las selvas del Amazonas, luego de la deforestación causada por actividades agrícolas o madereras o luego de un incendio, la selva suele ser reemplazada por una sabana, que es un paisaje dominado por pastizales y arbustos, que forman un bosque secundario.

Sin embargo, con el tiempo, comienzan a establecerse otras especies vegetales, ya que sus semillas son dispersadas por el viento o los animales desde zonas adyacentes de selva original. El bosque secundario se vuelve cada vez más similar al bosque primario original (selva) pero nunca llega a ser idéntico: puede haber especies que se hayan perdido para siempre, o pueden aparecer especies nuevas; ya que el disturbio, al haber borrado todo lo anterior, ha creado ambientes nuevos.

Este bosque secundario es un ecosistema tan valioso como lo es la selva, y es un estado de clímax. Algunas zonas pueden permanecer como bosques secundarios para siempre (o al menos para siempre en la escala de tiempo humana).

Los pioneros

Las distintas fases de la sucesión, tanto primaria como secundaria, están caracterizados por comunidades biológicas similares.

En cada etapa, diferentes grupos de organismos desempeñan un papel clave.

Durante las primeras etapas de la sucesión primaria, los líquenes y hongos son los pioneros. Ellos son capaces de colonizar las rocas desnudas y de comenzar con el proceso de formación de suelos y preparar el terreno para otros organismos.

Los siguientes en llegar suelen ser musgos, que se asientan en las oquedades de las rocas que han hecho los líquenes y en donde existe una ínfima capa de suelo. A medida que se acumula materia orgánica y el suelo se enriquece, las plantas herbáceas como las poáceas (la familia de los pastos) se establecen. Luego llegan los arbustos y los árboles. Los animales se establecen en el momento en que haya suficiente alimento, y por lo general lo hacen después que las primeras plantas, pero no es una norma general.

En la sucesión secundaria, la diferencia es que no se empieza de cero: el suelo ya está listo para acoger nueva vida, y por lo general, en estas áreas la sucesión comienza con las hierbas. El resto de la secuencia se mantiene similar.

Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Art. actualizado: Sep. 2024; sobre el original de octubre, 2013.

Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (Sep. 2024). Importancia de la Sucesión Ecológica. Significado.com. Desde https://significado.com/im-sucesion-ecologica/