Importancia de la Psicología -o Teoría- del Rumor
Un rumor no es más que una supuesta verdad que se difunde sin control. El contenido de esta información es delicado y peligroso, ya que es muy probable que este tipo de mensajes sean aceptados como verdaderos cuando en realidad su veracidad es inexistente. Desde la psicología se ha estudiado este fenómeno social y, de hecho, existe una teoría del rumor.
La tesis central de la teoría
Para que un rumor tenga esta consideración deben cumplirse algunos requisitos. En primer lugar, la información supuestamente verdadera debe estar relacionada con algún aspecto relevante, es decir, algo que tenga un cierto interés social (en este sentido la dimensión relevante de un asunto depende de los valores y creencias que predominan en la sociedad).
En segundo lugar, la información que se difunde es limitada y no va acompañada de demasiados detalles o evidencias (como pauta general se difunden algunos datos, pero estos son suficientes para activar la imaginación de los demás).
Por último, al tratarse de una información ambigua las personas receptoras empiezan a construir su propia interpretación o versión de los hechos. Cuando se cumplen estas circunstancias ya es posible hablar de un rumor.
¿Por qué esta información ambigua y sin fundamento alguno resulta tan atractiva?
Los psicólogos que han analizado la «rumorología» afirman que estos mensajes son aceptados por dos motivos principales. Por un lado, porque generan curiosidad e intriga. Por otra parte, porque sirven para corroborar prejuicios o miedos.
Las lagunas en la investigación histórica alimentan todo tipo de rumores
Sobre algunos episodios históricos hay unas pocas evidencias y muchas incógnitas. A partir de esta peculiaridad se activan todo tipo de especulaciones y rumores. Así, no sabemos el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón y tal circunstancia ha provocado distintas versiones sobre su lugar de origen. Tampoco conocemos los secretos de los masones y sobre ellos existen relatos muy variopintos.
Los restos mortales de Hitler, la tumba de Alejandro de Magno o la existencia de la Atlántida son enigmas de la historia que han desencadenado una amplia difusión de interpretaciones.
En la vida cotidiana hay abundante información falsa que es aceptada como verdadera
La diferencia entre aquello que es un rumor y lo que es directamente una mentira es muy pequeña.
No sabemos muy bien de qué manera la información imprecisa o falsa acaba aceptándose como si fuera cierta, pero el hecho indiscutible es que de manera cotidiana manejamos creencias erróneas (es falso que acercarse a un pantalla de manera prolongada provoque ceguera, no es cierto que tragarse un chicle pueda provocar una úlcera de estómago y es falso que las avestruces esconden su cabeza cuando tienen miedo).
Imágenes Fotolia. Poosan, Rider
Trabajo publicado en: Feb., 2019.
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