Definición de Letanías
Una letanía es una súplica o alabanza que se repite a lo largo de un rezo. Las palabras que se pronuncian están dirigidas a Dios o a la Virgen María. Se puede afirmar que una letanía es como un poema de adoración en el que se expresan palabras de halago. En cuanto a su origen etimológico, esta palabra proviene del griego litanéia, que literalmente quiere decir súplica u oración de súplica.
Durante los primeros siglos del cristianismo los fieles comenzaron a invocar la intercesión de los santos y de la Virgen María como una forma de petición de ayuda. En las primeras sinagogas judías también se pronunciaban estas súplicas.
En la Edad Media, concretamente a partir del siglo Vll, las letanías estaban totalmente integradas en los rezos cristianos. En los textos de Pablo de Tarso ya hay referencias explícitas a esta tradición cultural. De manera oficial fue el papa León Xlll quien prescribió la incorporación de las letanías tras el rezo del rosario durante la liturgia.
En el mundo católico
Cuando un fiel reza a la Virgen María al final del rezo del rosario se pronuncia una frase de manera repetida: ruega por nosotros. Así, esta repetición al final de la letanía expresa amor hacia la Virgen María, ya que fue la mujer elegida para ser la madre de Dios.
Una de las letanías más conocidas afirma «María, el arca de la nueva alianza». Esta afirmación proviene del Antiguo Testamento, donde se hace referencia a un recipiente o arca donde había elementos de gran importancia para el pueblo judío (el maná era el alimento del pueblo, la ley de Moisés servía como guía espiritual y la vara de Aarón simbolizaba el principio de autoridad). Así, ya en el contexto del Nuevo Testamento la Virgen María se convierte en el arca de la nueva alianza, ya que su vientre es el «recipiente» donde se encuentra el alimento espiritual para los humanos, es decir, Jesucristo.
En síntesis, la letanía que mencionamos hace referencia a un mandato que proviene del Antiguo Testamento pero solo se entiende en el contexto religioso del Nuevo Testamento
Las invocaciones dirigidas a la Virgen se suceden de manera uniforme y de esta manera se refuerza el mensaje de alabanza o de súplica.
Entre las más conocidas podemos destacar las siguientes: «ora pro nobis», «ten misericordia de nosotros» o «cordero de Dios…».
En la liturgia católica el sacerdote reza y los fieles congregados responden con alguna súplica o petición dirigida al Espíritu Santo, a Jesucristo o bien a la Virgen María.
Desde el campo teológico, estas invocaciones tienen la finalidad de armonizar dos cuestiones: el sentimiento de piedad de los creyentes con la liturgia.
Fotos Fotolia: Lightpoet / Bitter
Trabajo publicado en: Ene., 2019.
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