Definición de MDF
En la industria del mueble es muy habitual el uso de un material artificial que se asemeja a la madera. Dicho material es el MDF, cuyas siglas en inglés se corresponden con medium density fibreboard y en español se podría traducir como «fibra de madera de densidad media».
Se trata de un producto procesado, concretamente un tipo de tablero aglomerado. Está hecho a partir de la madera de pino radiata que se encuentra en países como Argentina, Chile o Brasil. Es un aglomerado especialmente pesado y compacto. Así mismo, la superficie del material destaca por ser muy fina y plana.
Un material respetuoso con el medio ambiente
Al contrario de lo que se cree habitualmente, este producto no proviene de las sobras de los talleres de madera, pues se fabrica a partir de árboles talados. La mayoría de empresas que trabajan con el MDF defienden criterios de sostenibilidad medioambiental.
Proceso de elaboración y principales usos y ventajas
Para conseguir este material es necesario extraer de la madera originaria una sustancia, la linina. Esta sustancia es la que proporciona dureza y resistencia a las maderas naturales.
Una vez obtenida la linina, a continuación se mezcla con resinas sintéticas. Esta mezcla se calienta con el fin de transformarse en paneles rígidos de MDF. Este material tiene múltiples usos: suelos, muebles de interior, recubrimiento de paredes, chapas de madera o puertas de cocina. Es un material fácil de trabajar, ya que ni se dobla ni se raja y se puede cepillar con bastante facilidad. Para su elaboración se usa normalmente un pegamento especial, el cual está formado por un gas tóxico. Como cualquier otro material, este presenta distintos grosores y su calidad varía dependiendo de la marca y el fabricante. Para conseguir un perfecto acabado es habitual emplear algún tipo de lija fina para evitar el rayado.
El MDF tiene una calidad similar a la madera maciza, pero es mucho más económico. Se trata de un material idóneo para ser pintado o barnizado. A pesar de sus ventajas, es poco resistente al agua y no es adecuado su uso en lugares muy húmedos.
Medidas de seguridad básicas
Para manipular el MDF es conveniente incorporar algunas pautas, especialmente una máscara para protegerse del polvillo, unos lentes de protección y unos guantes. Si se corta este producto con alguna sierra es necesario proteger los oídos. En el caso de que el mueble deba pintarse, es recomendable usar como protección una máscara de carbón.
Contiene formaldehído, un compuesto cancerígeno
Una de las sustancias empleadas en la fabricación de estas tablas, es el formaldehído, el cual está catalogado por La Organización Mundial de la Salud como cancerígeno. El formaldehído funciona como una especie de adhesivo entre las capas que conforman un tablero. Por tal motivo, es fundamental el cuidado que se da en la finalización o sellado, para tratar de impedir que este compuesto químico sea liberado en el aire.
El problema radica precisamente en la exposición directa, lo cual afecta en primer lugar a quienes trabajan con estos materiales. Si bien se ha avanzado en la disminución, aún se recurre al formaldehído, y es inevitable que se libere cierto porcentaje en el ambiente. Una de las señales es la irritación en los ojos, como también en la nariz en claro en la garganta.
Es importante observar y consultar al respecto con quien desarrolle el mueble, y detenerse -insistimos- en el acabado que se da en la “piel”, siendo que mientras más protegido esté el interior del mueble, menos probabilidades de que la sustancia pueda escapar.
Foto: Fotolia – Sergey0506
Trabajo publicado en: Jun., 2018.
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