Definición de Montblanc

Algunas marcas comerciales centran su estrategia en una oferta de productos selectos. La alemana Montblanc tiene este enfoque, pues sus artículos presentan una gran calidad y se ponen a la venta a unos precios que no son precisamente populares. Su gama de productos es amplia: artículos de escritura, relojes, accesorios de piel y objetos de regalo.

La marca está integrada en el Grupo Richemont, una de las compañías más importantes del mundo en el sector de los artículos de lujo.

Al margen de la actividad empresarial, existe la Fundación Montblanc. Desde esta entidad se fomentan actividades creativas y se respaldan programas educativos en colaboración con la UNICEF. Así mismo, en 2013 se puso en marcha el proyecto Power of Words con el fin de promover el legado de Nelson Mandela.

La calidad y el buen servicio son las señas de identidad de la compañía

Los artículos Montblanc tienen un precio elevado por un motivo: son elaborados de manera artesanal. En los centros de mantenimiento de Montblanc los clientes pueden encontrar soluciones a sus necesidades.

Todos los productos que se ofrecen incorporan una carta de garantía y han sido empaquetados de forma totalmente segura. Uno de los servicios planteados es la personalización de los productos (por ejemplo, el cliente puede solicitar que una pluma lleve su nombre grabado).

Un poco de historia

Esta compañía comenzó su andadura en la ciudad alemana de Hamburgo en 1906 cuando tres socios unieron sus fuerzas: un ingeniero de Berlín (August Eberstein), un banquero de Hamburgo (Alfred Nehemias) y un comerciante dedicado a los artículos de papelería (Claus -Johannes Voss). Incialmente se asociaciaron para fabricar plumas estilográficas y para ello recibieron la inspiración de unas plumas que vieron en Nueva York y que incorporaban un pequeño cargador de tinta. En un establecimiento en Hamburgo en 1909 salió al mercado la primera pluma Montblanc con su característico capuchón blanco.

En muy poco tiempo la nueva estilográfica alcanzó un notable éxito de ventas porque su escritura era limpia y la tinta se deslizaba con suavidad. En los años sucesivos se abrieron nuevos establecimientos en Alemania y en las principales ciudades europeas.

En 1924 apareció una estilográfica que acabaría convirtiéndose en todo un icono de la marca, la Montblanc Meisterstück (en sus anillos de oro aparece grabado el número 4810, que hace referencia a la altura exacta de la montaña Mont Blanc).

En 2006 se celebró el centenario de la compañía con una original presentación: un diamante tallado con la forma de las seis puntas redondeadas de su logo comercial. Con este anuncio comenzó un nuevo proyecto dentro del mercado de la joyería de lujo.

Foto Fotolia: Emanuelegiacomini