Definición de Nebulosa de Orión
La Gran nebulosa de Orión es una inmensa nube de gas que se encuentra en el interior de la constelación de Orión y en la nomenclatura astronómica es conocida como M42. En las noches claras es visible sin necesidad de telescopios. En la antigüedad se creía que era una formación estelar, pero en 1610 el astrónomo Nicholas Peiresc descubrió que se trataba de una nebulosa.
Como su nombre indica, las nebulosas son nubes de gas y polvo contraídas por el efecto de la gravedad. Pueden ser brillantes o bien oscuras y normalmente son remanentes de explosiones estelares.
Datos de interés sobre la nebulosa de Orión
Tiene unos 30 años luz de diámetro y se encuentra a una distancia de la Tierra de 1300 años luz. Su inmensa nube está formada principalmente por hidrógeno.
En esta región de formación estelar, la región de Orión, los astrónomos observan el nacimiento de algunas estrellas. Entre ellas destacan cuatro estrellas jóvenes que al unirse crean una imagen en forma trapezoidal (si no existieran las estrellas del trapecio solo se observaría una gran nube oscura).
En su interior los astrónomos han descubierto una compleja estructura: estrellas masivas con más energía que el Sol, enanas marrones, pequeñas nebulosas y el denominado Cúmulo del trapecio (las cuatro estrellas que enmarcan a la nebulosa de Orión). Los astrónomos y astrofísicos consideran que M42 es un » laboratorio » ideal para desentrañar los enigmas del universo.
Un escorpión persigue a Orión en el cielo
El nombre de las constelaciones tiene como principal origen histórico el mundo de la mitología griega. Así, las 88 constelaciones que conocemos están relacionadas con alguna leyenda de carácter mitológico.
Según los relatos de Homero y Hesíodo, Orión fue un gigante que se dedicaba a la caza y que protagonizó distintas aventuras amorosas. Con su primera esposa fue muy feliz, pero ella acabó asesinada por la diosa Hera, quien la consideraba una amenaza por su gran belleza. Luego Orión se enamoró de otra mujer, pero el padre de esta le impuso un reto para casarse con su hija: debía eliminar a los animales peligrosos de su reino.
Orión cumplió su promesa pero el padre de su amada estaba secretamente enamorado de su hija y se vengó del cazador sacándole los ojos. Tras recuperar la visión siguiendo las indicaciones de un oráculo, se enamoró de Artemisa, la diosa de la caza y de la virginidad.
El cazador intentó forzar a la diosa pero ella se enfureció y le lanzó un escorpión que le persiguió hasta causarle una picadura mortal. Este fin desgraciado se puede observar en los cielos: al este la constelación de Escorpión y al oeste la constelación de Orión.
Foto: Fotolia – manuelhuss
Trabajo publicado en: Sep., 2018.
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