Definición de Opio
El opio es una sustancia líquida de color verde que se obtiene de una planta, la adormidera. Este líquido tiene alcaloides (por ejemplo, la codeína y la morfina), de los cuales es posible extraer droga en forma de opiáceos, por ejemplo la morfina.
Opio, entre la salud y adicción
A lo largo de la historia el opio ha tenido dos usos diferenciados: como medicina y como droga. Ya en las civilizaciones de la antigüedad se conocían sus efectos analgésicos y tranquilizantes: se utilizaba para calmar el dolor, para que los niños durmieran, contra la diarrea y en la actualidad se aplica en forma de morfina en algunos tratamientos oncológicos.
La droga del opio
El opio como droga se consume de varias maneras: fumándolo conjuntamente con hachís y tabaco, en pastillas, en polvo, en forma de morfina para inyectarse en vena, en heroína, etc. Sus principal efecto es una sensación de relajación intensa, acompañada de una ausencia de dolor y un estado de adormecimiento y, curiosamente, es un potenciador de la libido, es decir, del apetito sexual. A pesar de que no produce alucinaciones (lo que sí sucede con el consumo de LSD y otras drogas), tiene un componente adictivo y, en consecuencia, la persona dependiente puede sufrir el síndrome de abstinencia (estados depresivos, vómitos y malestar físico general).
Los fumaderos de opio
Los chinos han consumido opio desde los tiempos más remotos. A partir del siglo XlX, se sucedieron distintas olas migratorias de chinos. Una de las más importantes, es la que se produjo en el oeste de Estados Unidos, cuando hacia 1850 se descubrió oro en California (la mítica fiebre del oro). En la ciudad de San Francisco se instalaron establecimientos destinados a fumar opio y esta costumbre se extendió a otras ciudades del mundo entero.
Los fumaderos de opio eran frecuentados por personas de distintas capas sociales. Los fumadores inhalaban el vapor del opio en largas pipas y permanecían sentados, buscando la evasión y la relajación del cuerpo y la mente. Estos establecimientos fueron legales durante dos décadas aproximadamente y luego pasaron a la clandestinidad (normalmente se ocultaban en el sótano de un negocio legal).
El ambiente de los fumaderos de opio atrajo la atención de creadores e intelectuales y algunos escritores han contado en sus novelas el ambiente y los personajes de este mundo (entre ellos Conan Doyle en algunos relatos de Sherlock Holmes o el genial Alan Poe en sus cuentos).
Para los fumadores de opio, el placer intenso que sienten es preferible al consumo de alcohol, ya que en la ebriedad el control de la mente desaparece y con el efecto del opio hay un estado de lucidez y de paz.
Trabajo publicado en: Abr., 2015.
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