Definición de Parangón

El origen del término.- El vocablo parangón viene del griego, concretamente de la palabra parakonan, que significa piedra de toque. Una piedra de toque es un instrumento (generalmente una piedrecilla) que antiguamente se utilizaba para detectar la autenticidad de metales como el oro o la plata.

Los antiguos alquimistas empleaban piedras de toque y las llamaban parangón. De esta manera, con el parangón se realizaba una operación comparativa, ya que se comparaba la piedra de toque o parangón con un metal determinado.

Según el resultado obtenido se conocía cuál era el metal exacto que se estaba examinando

El uso del parangón entre los alquimistas ha desaparecido porque la alquimia ha dejado de ser una disciplina, pero en los laboratorios de joyería sigue utilizándose una herramienta de metal para calibrar las cualidades de los minerales y dicha herramienta recibe la denominación de parangón.

Cuando algo no se puede comparar con nada se dice que no tiene parangón

Conociendo el origen de la palabra y su uso en el ámbito de la alquimia y de la joyería, ya podemos entender mejor una locución muy corriente en el lenguaje cotidiano: «no tener perangón» o «algo sin parangón». Se dice que un acontecimiento no tiene parangón cuando tiene un carácter extraordinario y único. La excepcionalidad del acontecimiento hace que no es posible compararlo con otra cosa. Pensemos en un delantero de fútbol que en una final de un campeonato consigue marcar siete goles y al final del partido un periodista comenta que este logro no tiene parangón.

Para que algo no tenga parangón debe ser muy especial y valioso en algún sentido. De esta manera, para ensalzar o enfatizar ciertos hechos heroicos o inusuales se dice de ellos que no tienen parangón, pues van más allá de lo corriente.

Si bien la locución «no tener parangón» o «sin parangón» comunican que algo es incomparable y excepcional al mismo tiempo

Hay que tener en cuenta que esta locución se emplea normalmente en la descripción periodística y con la finalidad de trasmitir una información con un lenguaje llamativo y esto hace que pueda emplearse de manera indebida (si un periodista afirma que la belleza de un amanecer no tiene parangón está recurriendo a una expresión exagerada y muy imprecisa, ya que un único amanecer difícilmente es tan excepcional).

Fotos: iStock – Wicki58 / 1joe