Definición de Pera

Las frutas están consideradas como uno de los pilares básicos de una alimentación sana y saludable. El alto contenido de fibra, minerales, vitaminas y de antioxidantes hace que no haya nadie que no recomiende a las frutas para disponer de una salud de hierro. Nos hidratan, no suelen aportar grasas, ayudan a nuestro sistema digestivo para que funcione óptimamente, son algunas de las fantásticas consecuencias de consumir frutas.

En tanto, la pera, es una de las frutas más consumidas por lo recientemente expuesto ya que casi no aporta grasas, contiene muchas vitaminas, minerales, ayuda en la regulación de los sistemas nervioso y digestivo, protege nuestra piel y cabellos, entre sus tantísimos beneficios.

Pero además de por lo expuesto, la pera, es deseada y consumida porque dispone de un sabor muy delicado y particular, y es riquísima en jugo y en carne… Esto último genera que sea consumida en jugos, es decir, se la exprime y se toma el jugo de pera, o también consumirla en estado natural, o asimismo cocida de alguna manera, algo que ciertamente se ha impuesto mucho en la gastronomía actual.

Lo más corriente es que se coma a la pera como postre pero también hay quienes la utilizan para realizar preparaciones especiales como mermeladas y compotas.

Algo menos común pero que también sucede es que la pera se usa para preparar una bebida alcohólica llamada perada y que se consume mucho en países como Francia e Inglaterra.

La pera es el fruto preciado de un árbol denominado como Pyrus Communis pero conocido popularmente como peral, en tanto, su fruto se caracteriza por su color verdoso y formato ovalado.

Ahora bien, cabe destacarse, que el Pyrus Communis no es el único árbol capaz de producir peras, existen otros pero sin dudas este resulta ser el más común.

El concepto de pera además se encuentra muy presente en el lenguaje coloquial porque por un lado se la usa para designar al mentón, es decir es sinónimo de éste y por otro lado porque está contenido en un dicho popular: no le pidas peras al olmo, que justamente usamos cuando queremos referir que se pretenden cuestiones imposibles, porque precisamente es imposible que el olmo de peras.