Definición de Pluricelular

David Alercia
Licenciado en Biología

Existen seres tan diminutos y sencillos que sus cuerpos están conformados por una única célula, que es responsable de todas las funciones vitales. La biota está en constante cambio, por los procesos de evolución y selección natural. Los organismos unicelulares no pueden crecer mucho más allá de los límites de la célula, ni realizar funciones complejas. La agrupación y especialización de muchas células, eventualmente miles o millones para formar organismos más complejos, tanto estructural como funcionalmente, supuso que la vida pudiera alcanzar los tamaños de los organismos que viven hoy y que han vivido en el pasado. Estos seres, compuestos por múltiples células trabajando en conjunto, se conocen como pluricelulares y representan una maravilla evolutiva que ha transformado la faz de nuestro planeta.

Origen evolutivo de la pluricelularidad

Los primeros pluricelulares eran simplemente grupos de células, que se comportaban más como varios organismos unidos que como una unidad funcional. Este nivel de pluricelularidad primitiva se conoce como colonia celular, y está presente en varios organismos del reino Protista y en animales primitivos.

En estas colonias, cada célula es independiente y realiza todas las funciones necesarias para la supervivencia. Pero a lo largo de la evolución, algunas de estas células comienzan a especializarse.

En los organismos que están formados por este tipo de colonias, como las algas macroscópicas o las esponjas de mar (phyllum porifera del reino Animalia) existe una incipiente especialización celular, pero cada célula aún conserva la capacidad de sobrevivir separada del resto.

El siguiente paso evolutivo en el aumento de la complejidad de los organismos es la formación de tejidos. Los tejidos son grupos de células similares que trabajan coordinadas para realizar una función específica.

Los tejidos verdaderos, como los de animales y plantas, son estructuras celulares muy organizadas y especializadas. Cada célula desempeña un papel específico en el funcionamiento del tejido y, por ende, del organismo en su conjunto.

Ningún tejido puede sobrevivir fuera del cuerpo, simplemente porque esas células necesitan de otras para abastecerse de todos los productos necesarios para la vida que son incapaces de producir, porque están especializadas en una función.

La especialización celular y la formación de tejidos

Una característica que está presente en todos los organismos pluricelulares es la especialización celular. En los seres vivos unicelulares, su única célula asume todas las funciones vitales.

En los pluricelulares cada célula o grupo de ellas asume funciones específicas dentro del organismo, creando una división del trabajo muy eficiente. Esta división de trabajo es la base evolutiva para el desarrollo de tejidos, órganos y sistemas de órganos. Es decir, que la pluricelularidad verdadera es lo que ha permitido el aumento de complejidad estructural y funcional y el aumento de tamaño de los seres vivos.

Cada tejido se encarga de la función en la que está especializado, y así las funciones vitales están a cargo de la totalidad de tejidos del cuerpo y ninguno puede sobrevivir separado del conjunto.

La especialización celular también conlleva la diferenciación celular: a medida que la célula asume sus funciones “designadas”, también adquiere las características estructurales de su tipo.

Una vez que la célula está diferenciada, solo puede generar más células iguales a ella, y en algunos casos ya no se puede dividir, como es el caso de las neuronas. En otros casos, las células del tejido adulto mueren, como las células de las capas externas de la piel o las células del tejido que forman la madera de los árboles.

El cigoto, la primera célula de cualquier organismo vivo, es una célula indiferenciada y totipotente, capaz de generar cualquier tipo celular.

A medida que progresa el desarrollo, se originan grupos de células cada vez más diferenciadas, que ya no son capaces de originar cualquier célula, sino que son células madre de los tejidos adultos y solo pueden generar una gama limitada de tipos de células.

En el organismo adulto, existen pequeños grupos de estas células madre, para reponer las células perdidas de los tejidos. Un ejemplo son las células de la médula ósea, un tejido que se encuentra en el interior de los huesos grandes del esqueleto. La función de estas células es generar todas las células sanguíneas: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Estás células son células madre sanguíneas, y se llaman hematopoyéticas. Son células sanguíneas indiferenciadas.

Las células hematopoyéticas no pueden originar células de los huesos ni neuronas, por poner un ejemplo, y por tanto, no son células totipotentes como lo es el cigoto.

Importancia evolutiva de la pluricelularidad

La aparición de la pluricelularidad verdadera ha demostrado ser una estrategia evolutiva exitosa en la historia de la vida en la Tierra. La capacidad de trabajar en conjunto, especializarse y formar estructuras más complejas ha permitido a los organismos pluricelulares disponer de tejidos y órganos que por estar especializadas en una solo función han logrado ser muy eficientes en ella.

A su vez, estás células especialistas no tienen que ocuparse de realizar otras funciones, ya que los tejidos se abastecen unos a otros y son una unidad funcional. Estas capacidades de los organismos pluricelulares les han permitido adaptarse a una variedad de entornos y desafíos ambientales. La conquista de la tierra por las plantas, y posteriormente por los animales, fue posible gracias al desarrollo de cuerpos pluricelulares; ya que, aunque no nos parezca, la tierra firme es un entorno hostil para las células desprotegidas.

Fue necesario el desarrollo de tejidos especializados de protección como requisito para que los seres vivos pudieran salir del ambiente estable que representa el océano y vivir rodeado de agua.

La pluricelularidad no solo confiere beneficios en términos de tamaño y complejidad, sino que también abre la puerta a una diversidad funcional sin precedentes. Una vez cubiertas las funciones vitales básicas, los tejidos son libres de desarrollar capacidades nuevas sin poner en riesgo la vida del organismo. Esto no podría ocurrir en un organismo unicelular.

 
 
 
Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Trabajo publicado en: Feb., 2024.
Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (febrero, 2024). Definición de Pluricelular. Significado.com. Desde https://significado.com/pluricelular/
 

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