Definición de Polietileno

El polietileno es un tipo de polímero que se utiliza extendidamente en la fabricación de envases, de bolsas, para recubrir cables, para hacer recipientes y en las tuberías, entre otros. Se trata de uno de los plásticos más comunes y usados en el mundo, especialmente por el bajo costo que representa.

En tanto, los polímeros son macromoléculas que están conformadas por la unión de moléculas más chicas denominadas monómeros. En tanto, los polímeros pueden ser naturales, tal es el caso del ADN, la seda, el almidón y la celulosa, o en su defecto sintéticos, como el nailon, la baquelita y el polietileno, que es el polímero del cual nos ocuparemos a continuación.

Al polímero se lo obtiene a partir de un proceso químico conocido como polimerización y del compuesto químico etileno.

Cabe destacarse que dependiendo del tipo de polimerización que se lleve a cabo se podrán lograr diversas especies de polietileno.
Mientras tanto, durante su proceso de creación es posible añadirle al polietileno diferentes sustancias para que el producto final goce de ciertas propiedades. Uno de los más habituales resulta ser el de aportarle una coloración diferente a la que naturalmente tiene, que justamente en su primer estadio es translucido.

Por otra parte, se le pueden adicionar diferentes aditivos que lo convertirán en una sustancia anti bacterial, ignifuga y antioxidante.

El polietileno fue sintetizado por primera vez hacia finales del siglo XIX, en 1898, por el químico de origen alemán Hans von Pechmann, de manera accidental. En la década del treinta del siglo pasado, dos científicos ingleses lo sintetizaron con la forma que lo conocemos hoy día.

Como señalamos líneas arriba, el polietileno es usado extendidamente y especialmente se lo emplea para fabricar las bolsas de plástico que normalmente nos dan con la compra de un producto en los supermercados u otros comercios. Ahora bien, las mismas resultan ser un gravísimo problema para el medio ambiente dado que el material al no ser biodegradable contamina nuestro planeta si no se las arroja en un lugar preparado. Son muchísimos los años que tardará una bolsa de polietileno para degradarse.

La solución a este problema es el biopolietileno que se obtiene de la remolacha, de la caña del azúcar o del trigo y como tal puede reciclarse.