Definición de Primates

Dentro del grupo de animales mamíferos existe el orden de los primates, entre los cuales se encuentran el orangután, el chimpancé, el macaco y el humano, que pertenecen al subgrupo de simios antropoides y los babuinos, mandriles y macacos, que forman parte de los simios. Las investigaciones de los primatólogos determinan que los primeros primates tenían una estatura pequeña, un cráneo reducido, se alimentaban de frutos y hojas, estaban adaptados al medio arbóreo y vivían en clanes familiares.

Características físicas compartidas por los primates

– Todos tienen el dedo pulgar opuesto al índice y esto les permite coger pequeños objetos. Los primates tienen cinco dedos en manos y pies, largos brazos y la mayoría de ellos están cubiertos de pelo (los humanos somos diferentes en este sentido).

– Carecen de pelo en la parte superior de la cara y esto les permite tener una gestualidad más eficaz para la comunicación.

– Son bípedos, una característica que los diferencia de otros mamíferos. Sin embargo, la mayoría de primates se mueven mejor en los árboles.

– En cuanto a la gestación de las hembras es variable según la especie y puede oscilar entre los 5 y 9 meses.

La especie homo sapiens

Los humanos pertenecemos al mismo orden taxonómico de los primates y compartimos las características físicas más arriba indicadas. Sin embargo, tenemos una serie de particularidades:

– Nuestro mayor cerebro nos permite manejar útiles y fabricar herramientas para mejorar nuestras condiciones de vida.

– Fisiológicamente tenemos unas piernas de mayor tamaño que los brazos, al contrario que el resto de primates.

– La racionalidad de los humanos es más compleja que la del resto de primates. Esto se traduce en una mayor capacidad de aprendizaje y una mayor memoria.

– La capacidad de hablar es el elemento genuinamente humano. A partir del lenguaje nuestra sociabilidad es más sofisticada que la del resto de primates.

– Físicamente no tenemos una especialización concreta, pero esta carencia se ve compensada por nuestra plasticidad cerebral y la capacidad para adaptarnos a ecosistemas y circunstancias diversas.

– Las particularidades fisiológicas de los humanos conforman su hominización, el fundamento fisiológico que permite un salto cualitativo, la humanización. A partir de la humanización, el homo sapiens crea una serie de normas básicas (por ejemplo, la prohibición del incesto), un paulatino desarrollo tecnológico, unas creencias religiosas y unas formas de organización social.

Fotos: iStock – sfmorris / MoMorad