Qué es Rapsodia

Se entiende por este concepto a la parte mítico de un poema, que se expresaba oralmente de forma exclusiva y particular. Si bien sus orígenes nos permiten viajar a Grecia, hoy día el término rapsodia está íntimamente ligado a la música, siendo el nombre con el que se conoce a una obra de un solo movimiento donde la estructura fluye libremente, enlazando diferentes episodios donde se entremezclan un amplio rango de tonalidades y estados de ánimo.

Una breve reseña histórica

La asociación entre rapsodia y música se originó en el siglo XVIII, siendo uno de los primeros ejemplos de ello el trabajo de Christian Schubart titulado «Musicalische Rhapsodien». En cualquier caso, el primer autor que se refirió a su trabajo sólo con la palabra rapsodia fue Vaclav Tomasek que compuso hasta 15 de estas obras, la primera de ellas en 1810.

También es posible encontrar referencias a la rapsodia entre los trabajos de algunos de los más grandes compositores de todos los tiempos como es el caso de Brahms y su «Rapsodia para Alto» de 1869 elaborada como regalo de bodas para la hija de Clara Schumann.

Durante el siglo XIX la rapsodia pasó a ser fundamentalmente una colección de temas instrumentales, primero para piano y posteriormente, en la segunda mitad del siglo, en forma de grandes composiciones orquestales de marcado carácter épico y nacionalista siguiendo una moda impuesta por Franz Liszt.

A principios de siglo XX diversos compositores comenzaron a adaptar las rapsodias a los gustos de las clases más populares, extendiendo y haciendo popular el uso de este término para denominar ciertas obras

Este es el caso de «Rhapsody in Blue», compuesta por George Gershwin en 1924 combinando la influencia clásica con los por entonces modernos tonos jazzísticos. Gracias a este trabajo Gershwin se convirtió en uno de los compositores más valorados por el público estadounidense, así como uno de los más influyentes.

Actualmente muchas personas asocian esta palabra a la canción «Bohemian Rhapsody» (Rapsodia Bohemia), lanzada por el grupo inglés Queen en 1975 y que se ha convertido en uno de los títulos más celebres de la historia del rock. La canción, cargada con un fuerte toque operístico pero tocada con los instrumentos habituales de la música rock, sigue una estructura de suite en cuatro partes, y hay quien se refiere a ella como una cantata rock de siete minutos dividida en tres movimientos.

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