Definición de Reforma laboral

El concepto que nos ocupará a continuación dispone de un uso excluyente en el ámbito laboral y está conformado por dos términos.

Iniciativa legislativa que procura modificar algunos aspectos que regulan las relaciones laborales, para aportarle flexibilidad al mercado, y que los empresarios creen más puestos de trabajo

Se denomina reforma a la acción y el resultado de reformar, en tanto, esta acción implica el rehacer, modificar o enmendar algo, un comportamiento, una cuestión, entre otros.

Mientras tanto, el concepto de laboral se emplea para designar a todo aquello relativo o propio del trabajo, especialmente aquello que atañe a cuestiones jurídicas y económicas.

Entonces, la reforma laboral consiste en un programa que se encuentra especialmente dirigido a la creación de nuevos puestos laborales o también puede implicar la modificación de algunos aspectos inherentes a la ley laboral con diversos fines: aumentar la productividad, bajar costos, entre otros, y que pueden impactar positiva o negativamente en el mercado laboral dependiendo de claro está los ítems que se pretendan reformar.

La misión ideal y positiva de esta reforma es favorecer la creación de nuevos empleos a través de modificaciones en la ley que favorezcan a las empresas para que a partir de la posibilidad de reducir costos y disponer de menos riesgos, animarlos a contratar más trabajadores que en otro contexto, o sea sin esas reformas, no lo harían.

El Parlamento o Congreso es el órgano habilitado para concretar dicha reforma

La vía para hacer efectiva esta misión es la legislativa, es decir, para introducir modificaciones en este aspecto en una nación es necesaria la participación del órgano legislativo que es aquel encargado de sancionar las normas y leyes.

En el parlamento se produce la discusión entre los legisladores y si hay acuerdo y mayoría, se procederá a la modificación.

Ahora bien, normalmente, es el poder ejecutivo de una nación quien, a partir de la observación de la coyuntura económica, social y laboral del país y de la necesidad de generar reformas en el campo del trabajo, promueve los proyectos y los instala en el Congreso o Parlamento para su debate, dado que como decíamos, solo allí encontrará la vía libre para su aprobación, o en su defecto será cuestionado y revisado, y si corresponde, se le realizarán correcciones a las propuestas.

Por ejemplo, para dar curso a la creación de nuevos puestos de trabajo será preciso introducir en la legislación laboral nuevas alternativas en materia de contrataciones de empleados.

Por caso, es que la reforma laboral queda materializada en una ley que una vez sancionada deberá ser promulgada y reglamentada por los órganos competentes en esos aspectos.

Inestabilidad laboral, contratos basura y despidos, algunos temas que se proponen resolver

Cabe destacarse que en muchos países se ha procedido a introducir una reforma en materia laboral con la intención de solucionar algunas de las principales complicaciones del contexto como ser: la inestabilidad laboral de algunos sectores, la falta de acceso al sistema laboral que padecen los sectores más jóvenes de la población, suplantar los contratos temporales o basura por los indeterminados, y que el despido sea un recurso último para la empresa, entre otros.

Sin dudas, la aplicación de estos beneficios tenderá a beneficiar la competencia, la producción, el aumento del salario promedio, la inversión, entre otras cuestiones, dentro del ámbito laboral.

Cuando la reforma castiga a los trabajadores y premia al empresariado

Pero no podemos soslayar que hay otra cara de la moneda en este tema y en algunos países que se han llevado a cabo reformas laborales, los fines no eran ni progresistas ni pensaban en el bienestar de los trabajadores, sino solamente en el beneficio de empresarios, y entonces terminaron por precarizar la situación laboral de muchos trabajadores.

Tenido en cuenta esta situación es que cuando algún gobierno plantea la necesidad de una reforma laboral surgen suspicacias, dudas y saltan las voces en contra si es que se descubre que la misma no persigue la mejora de las condiciones de los trabajadores y se propone lo opuesto.

Son los gremios quienes dan las primeras advertencias a los gobiernos, manifestándose contra las reformas a través de huelgas y manifestaciones en espacios públicos o lugares simbólicos, como por ejemplo los ministerios de trabajo.

Lamentablemente hay muchos gobiernos que promueven reformas laborales para favorecer a grupos empresariales y no lo hacen por el beneficio de los trabajadores, se escudan tras ese supuesto propósito para obtener ellos también alguna retribución económica o política de parte del empresariado poderoso.