Definición de Reliquia
La palabra reliquia proviene del latín reliquiae, que son los restos de algo. Este término es empleado en dos contextos diferentes: en el religioso y el mundano.
La perspectiva religiosa
Desde una óptica religiosa, una reliquia es un elemento que está relacionado con un santo. Este elemento puede ser orgánico (un fragmento de hueso o un cráneo) o un objeto que ha tenido algún vínculo personal con un santo (su túnica, un trozo de ropa o cualquier otro). Las reliquias son veneradas por los creyentes porque representan algo santificado y por este motivo son custodiadas celosamente como un gran tesoro.
En la tradición cristiana, las reliquias se colocaban en la antigüedad en el altar principal de la iglesia, para que así los fieles pudieran venerarlas. Por lo general, estos elementos pertenecían a algún mártir cristiano o un santo y sus restos servían para recordar su vida ejemplar como cristianos. En este sentido, tocar o contemplar una reliquia es una forma simbólica de contactar con la santidad de alguien y, paralelamente, sirve para congregar y unir a los fieles en relación con un elemento que posee un mensaje religioso.
Al margen del elemento simbólico, las reliquias cristianas tienen otro significado, ya que en algunos casos los creyentes les atribuyen propiedades curativas o milagrosas.
En conclusión, la reliquia es un aspecto que complementa la fe y posee un sentido espiritual, pero también histórico y tradicional.
La perspectiva mundana
Una reliquia es igualmente un objeto que posee un gran valor. La razón por la cual un objeto se convierte en una reliquia no es necesariamente de tipo económico. Su valor cultural o sentimental le otorga una especial significación.
En cualquier caso, para que un objeto se considere una reliquia debe poseer una característica: su excepcionalidad en algún sentido. Pensemos en un automóvil que tiene 100 años y que solo hay unos pocos iguales en todo el mundo. En este caso, hablamos de una reliquia y es algo que debe conservarse por varios motivos: es una pieza muy rara, tiene un evidente sentido histórico e incorpora un mensaje emotivo (la melancolía de un pasado en el que las cosas tenían otro significado).
Cuando hablamos de manera figurada, podemos referirnos a una persona como si fuera una reliquia, dando a entender que ese individuo tiene un valor especial. Esto sucede con cierta frecuencia al recordar a las “viejas glorias del deporte”, deportistas retirados que han pasado a la historia y cariñosamente se les compara con una reliquia.
Trabajo publicado en: Abr., 2015.
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