Definición de Sacarina
Es uno de los edulcorantes sintéticos más antiguos que se conocen, pues fue descubierto a finales del siglo XlX. Proviene del tolueno y de otros derivados del petróleo. Las marcas comerciales más populares son «Sweet´N Low» y «Dul-Suc».
Principales características y usos
Es una sal sódica y, por lo tanto, es un compuesto inorgánico. Es tres veces más dulce que el azúcar, pero a pesar de ello proporciona un sabor amargo y metálico.
En la industria alimenticia es un producto muy valorado, pues al no tener calorías puede ayudar a mantener la línea. Por otra parte, las personas diabéticas pueden consumirlo con normalidad. Se usa como alternativa al azúcar para tomar café o té, en refrescos industriales, en mermeladas para diabéticos y en productos dietéticos bajos en calorías.
Un producto envuelto en la polémica
Al obtenerse a partir del petróleo, algunos consideran que esta sustancia puede ser nociva para la salud. Este edulcorante atraviesa la membrana placentaria de las mujeres gestantes y esta característica hace que pueda afectar la salud del bebé (según algunos estudios la sacarina causa irritabilidad y alteraciones musculares en el bebé). Por este motivo no es recomendable su consumo en mujeres embarazadas.
Algunos nutricionistas desaconsejan su consumo en general, ya que es un producto sintético que proviene del petróleo y que puede tener consecuencias a largo plazo. En algunos estudios científicos se afirma que la sacarina es potencialmente cancerígena.
Una opción popular en el mundo entero porque no engorda
Muchas personas están preocupadas por su peso y por este motivo reducen al máximo el consumo de azúcar. La sacarina produce la misma sensación de dulzura pero no es azúcar. Si bien existe un debate sobre sus efectos en la salud humana, su uso está aprobado por la OMS. Si bien la sacarina y el conjunto de edulcorantes pueden ayudar a bajar de peso, los nutricionistas recomiendan moderar su consumo.
Nuestro cerebro está diseñado para relacionar el aporte de azúcar con una mayor energía y al no consumir productos dulces tenemos la sensación de estar pasando hambre
Los edulcorantes artificiales alteran los mecanismos fisiológicos normales que afectan al cerebro. De esta manera, quienes evitan el consumo de azúcar y lo sustituyen por algún edulcorante provocan que su cerebro no detecte la entrada de azúcares en el organismo. Así, el cerebro interpreta que debe consumir más alimentos y en consecuencia el individuo acaba aumentando de peso.
Imagem: Fotolia. Antonioguillem
Trabajo publicado en: Jun., 2018.
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