Definición de Spam
Periodista esp. e investigador
¿Cuánto correo electrónico recibes cada día? Y, de éste ¿cuánto crees que es de utilidad? ¿y cuánto es publicitario? ¿y cuánto corresponde a listas de distribución –newsletters– en las cuales tú no te has inscrito nunca por voluntad propia? Bienvenido al complejo mundo del Spam.
Entendemos al Spam como aquellos mensajes que nunca solicitamos, la mayor parte del cual tiene finalidades publicitarias.
La práctica del Spam es hoy habitual, pero sus inicios se pierden en Usenet, una de las redes pre-Internet y que dieron paso a la actual Internet. Incluso podemos encontrar historiadores que remontan la historia del Spam a los telegramas del siglo XIX.
No obstante, una fecha clave en la historia particular del Spam es el 5 de marzo de 1994, cuando un bufete de abogados norteamericano especializado en casos de residencia, mandó a 10.000 buzones de Usenet un mensaje ofreciendo sus servicios.
Fue lo que se conoció como el «Green Card Spam«, por el nombre de la tarjeta de residencia en los EEUU, y puede ser considerado, independientemente de la historia previa, como el primer Spam moderno.
El término Spam tiene su origen en un sketch del programa televisivo satírico Monty Python’s Flying Circus, del grupo homónimo.
La denominación tampoco era nueva, y el sketch hacía referencia a una carne enlatada llamada Spam, que era de la cual, precisamente, se reían los Monty Python.
A partir de su nacimiento, la práctica del Spam ha ido creciendo exponencialmente y, a día de hoy, en muchos casos la mayor parte de los mensajes que entran en nuestro buzones corresponden a esta categoría.
Una vez llevada a cabo la introducción histórica, es fácil que nos preguntemos cómo es posible que nuestra dirección de correo sea objetivo de los llamados spammers, que son los que envían mensajes de Spam.
Los spammers obtienen nuestras direcciones de correo mediante el robo de bases de datos (compra de bases de datos de contrabando), la extrapolación de direcciones a partir de prueba y ensayo, o bien acuerdos con poseedores de bases de datos de direcciones, también de forma legal
La extrapolación de las direcciones es el método más difícil, ya que requiere crear una serie de direcciones y comprobarlas. Normalmente, eso se hace con un diccionario, combinando palabras, nombres y números, y conjuntándolos con servidores de uso habitual como @gmail.com, @outlook.com o @yahoo.com.
El robo o la negociación para obtener el control de bases de datos de direcciones de e-mail es un sistema más costoso en términos económicos, pero más directo.
Cada vez que te registras en un servicio online con tu dirección de correo electrónico, esta pasa a formar parte de la base de datos de la empresa o persona que ofrece dicho servicio. De ahí, y por diversas vías, puede acabar en manos de terceras partes, ya sea de forma consentida o no consentida.
Por ejemplo, un trabajador de una empresa, para obtener un beneficio extra, puede vender los datos de sus clientes en el mercado negro. Por otra parte, un ataque de cibercriminales puede acabar, entre otras consecuencias, con los datos de los clientes en manos de terceros.
¿Qué podemos hacer para defendernos en estos casos?
Algo muy común es disponer de una o varias direcciones de correo que utilizaremos para suscribirnos a servicios online que utilicemos esporádicamente, mientras que otra solución pasa por los filtros anti-spam.
La primera es muy eficaz, pero no elimina la necesidad de la segunda. El disponer de una o varias direcciones secundarias nos permite ir abandonándolas a medida que ya no se hacen necesarias, puesto que muchas veces solo vamos a necesitar utilizar determinados servicios de forma temporal.
No obstante, y como que cualquier dirección acabará recibiendo Spam, igualmente necesitaremos un filtro anti-spam para nuestra cuenta o cuentas de correo principales.
Un filtro anti-spam consiste en una herramienta que detecta y filtra hacia una carpeta determinada los mensajes que considera Spam.
Esta detección puede ser realizada mediante diversos métodos. Por ejemplo, el sistema puede comprar todos los mensajes que le llegan, detectando aquellos que son iguales y enviados masivamente.
También pueden tener “fichadas” las direcciones que utilizan los spammers, así como determinados textos que estos emplean en sus mensajes.
Sea como fuera, el Spam es un problema grave pero que puede combatirse.
Trabajo publicado en: Oct., 2011.
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