Definición de Taxonomía

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

El principal objetivo tras el nombramiento de las especies, en un principio era poder identificar con facilidad y de forma universalizada las especies sobre las cuales se estuviese hablando o escribiendo en un momento dado, sin importar la región o el idioma en el cual se transmitiera la información, en modo de superar rápidamente la barrera lingüística a través de un sistema de nomenclatura que todos los científicos de la época pudiesen comprender.

Desde que en 1735 Carl Von Linneo publicara su Systema Naturae, dando inicio pública y masivamente a una propuesta para la nomenclatura de los seres vivos, el hecho de poder asignar un nombre propio y exclusivo a cada especie a medida que se han ido conociendo los demás seres vivos con los que compartimos el planeta, se ha asumido como una de las herramientas de mayor importancia para el desarrollo de la ciencia moderna, especialmente en las áreas concernientes a la biología.

Importancia de los sistemas taxonómicos

El rápido crecimiento de un registro organizado de los seres vivos, a medida que iban siendo descubiertos y nomenclados taxonómicamente, ha trascendido en la actualidad mucho más allá de las utilidades prácticas que Linneo habría ambicionado, convirtiéndose en el recurso base que ha guiado hacia:
1) la revelación de las relaciones filogenéticas entre las especies;

2) la identificación de especies nuevas jamás estudiadas y su ubicación filogenética;

3) la evaluación progresiva de las poblaciones para la determinación de especies amenazadas;

4) el desarrollo de la farmacología en base al aprovechamiento de las propiedades medicinales de las plantas, así como de la medicina, a través de la clasificación de los microorganismos, las especies patógenas, los parásitos y las sustancias tóxicas o venenosas de origen biológico;

5) el estudio de las transformaciones y los agentes de cambios influyentes sobre las especies;

6) el desarrollo de la historia natural como área de estudio, divulgación y concientización sobre el origen e importancia de la vida misma;

7) el aprovechamiento de los conocimientos biológicos para el desarrollo tecnológico de toda la humanidad.

Clasificar para ordenar

El ordenamiento de las especies, partiendo de un criterio que permitiese la observación y reconocimiento de ciertas características resaltantes, basadas en las cualidades originalmente físicas más evidentes, llevó al reforzamiento y validación de la idea sobre las posibles relaciones parentales existentes entre las especies que a la par se encontraba Darwin postulando, en modo tal que la taxonomía abrió las puertas para que la teoría evolutiva encontrase las evidencias necesarias para sustentarla, mientras que esta ofrecía a la taxonomía la orientación sobre la búsqueda de los caracteres particulares que fueron permitiendo el descubrimiento de las líneas evolutivas que han dado origen a las diversas especies.

Esta profunda relación entre ambos recursos interpretativos transformó el sentido y la dirección de la biología hacia el desarrollo de una ciencia cada vez más exacta, permitiendo la generación de nuevos planteamientos sobre las relaciones existentes entre los seres vivos, como por ejemplo, los principios sobre la coevolución entre especies, el establecimiento de las cadenas y redes tróficas, y las diversas interacciones ecológicas que permiten la conformación y sustentabilidad de los ecosistemas.

Un lenguaje universal

Siendo que la gran mayoría de los naturalistas, como solían denominarse a los biólogos hasta principios del siglo pasado, eran de procedencia europea en donde predominan las lenguas de origen grecolatino como el italiano y el español, mientras que las influenciadas por las raíces germánicas y galesas como el inglés y el alemán ya habían tenido también el suficiente contacto con el griego y el latín, tras las fuertes bases culturales, filosóficas y científicas aportadas por los antiguos griegos y romanos, fue un rápido logro el haber consentido el uso de las raíces griegas y latinas que había planteado Linneo para la construcción de los nombres de las especies, en función a sus características evidentemente más resaltantes, hecho que impulsó fuertemente el desarrollo de las investigaciones, y más aún de las publicaciones sobre los trabajos y observaciones que la comunidad científica del siglo XXIII venía realizando en cuanto a la naturaleza tanto humana, como de todas las especies animales y vegetales que eran capaces de contemplar.

Este acuerdo lingüístico supuso también la trascendencia de las potenciales barreras ideológicas y contribuyó en el mantenimiento de una atmósfera de respeto e igualdad entre los propios naturalistas, siendo que a la hora de otorgar un nombre a una nueva especie imperaba la necesidad de que éste facilitara la propia identificación de la especie y no de quien le hubiese descubierto, reduciendo considerablemente los frecuentes roces entre los académicos producto de los aires de superioridad que unos pudiesen sentir por encima de otros, como consecuencia de la particular condición humana de mirar primero el quién por encima del qué.

Ejemplos de modelos taxonómicos

La propia taxonomía también ha tenido la oportunidad de evolucionar a través de la expansión de las ciencias biológicas, permitiendo en la actualidad el desarrollo de diversos modelos de clasificación basados en la variedad de criterios de estudio con los cuales cada especialidad aborda la organización de los seres vivos, considerándose las siguientes clasificaciones entre las más comunes:

1) Jerárquica: como base fundamental de la taxonomía postulada por Linneo que categoriza a las especies en función a una secuencia de jerarquía que asigna la pertenencia a un reino, filo, clase, orden, familia, género y especie, según las características físicas observables predominantes, con la discriminación primaria de la vida en los reinos Monera, Protista, Animalia, Plantae o Fungi.

2) Por Dominio; en función a las características celulares más primitivas, permitiendo la subdivisión de los seres vivos en tres dominios principales, Bacteria, Archaea o Arqueas y Eucarya o Eucariontes.

3) Por Características Anatómicas: que organizan a los seres vivos por caracteres que no necesitan tener una consistencia filogenética, sino orgánica, como por ejemplo la distinción de la simetría radial o bilateral o la caracterización por la cavidad celomática de los animales, o incluso el número de patas que pudiesen tener.

4) Por Comportamientos y Hábitos: tales como la clasificación de herbívoros, carnívoros, coprófagos, rumiantes, entre los que refieren a la dieta de las especies, o según los mecanismos de reproducción o de interacción social.

5) Por la Genética: como metodología en creciente auge y desarrollo en las últimas décadas, por medio de la implementación de marcadores genéticos que están permitiendo una clasificación aún más precisa sobre las relaciones evolutivas entre las especies.

6) Por la Ecología: basada en el nicho, el hábitat y las relaciones estrechas entre las especies interactuantes dentro de un mismo bioma.

Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Oct. 2023; sobre el original de agosto, 2010.

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