Definición de Teoría de Darwin (Darwinismo)
Licenciado en Biología
1. Darwinismo, la teoría de Darwin, es el nombre que recibe la explicación de la evolución propuesta por Charles Darwin y Alfred Wallace, que sugiere que el proceso evolutivo de las especies ocurre por selección natural de los organismos mejor adaptados al medio ambiente.
Cat. gramatical: Sustantivo masc.
En sílabas: te-o-rí-a + de + dar-win.
Darwinismo y evolución
La evolución es el proceso por el cual los seres vivos cambian a lo largo del tiempo. Este hecho quedó claro desde los primeros descubrimientos de fósiles, pero la explicación del proceso por el cual ocurría tuvo que esperar mucho tiempo, casi dos siglos. El Darwinismo, o bien la teoría de Darwin, fue la primera hipótesis científica basada en evidencia y en largos años de experimentación que proveyó una explicación satisfactoria a la pregunta de cómo ocurría la evolución. Es importante no confundir evolución, que es el hecho natural de que las especies cambian a lo largo del tiempo, y el darwinismo, que es la hipótesis propuesta en 1859 por Darwin para explicar el mecanismo de la evolución. Los mecanismos básicos propuestos por el darwinismo siguen vigentes, pero la explicación que ahora se da de la evolución se conoce como teoría sintética de la evolución, que amplía el darwinismo del siglo XIX con los avances de la biología del siglo XX.
Desde las primeras investigaciones naturalistas, hace ya varios siglos, quedó en evidencia que en el pasado existieron organismos diferentes a los actuales. La explicación dominante en ese momento era el creacionismo, que sostenía que todos los organismos habían sido creados en un determinado momento y habían permanecido así, como fueron creados, sin cambios hasta nuestros días. Esa concepción no daba una explicación satisfactoria para la cantidad, cada vez mayor, de fósiles que se encontraban, que daban cuenta, sin lugar a dudas, de que los organismos no habían permanecido iguales a esos testimonios de los tiempos antiguos de la tierra.
El proceso de la evolución: la selección natural
La evolución es un proceso que ha estado ocurriendo durante millones de años y que ha permitido la aparición y el desarrollo de una gran variedad de seres vivos, desde los más simples hasta los más complejos. Los seres vivos evolucionan para adaptarse a su entorno y sobrevivir en él. Aún en nuestros días, aunque las actividades humanas han cambiado ligeramente los mecanismos de la evolución; el proceso no se ha detenido ni se detendrá mientras exista la vida sobre la Tierra.
El mecanismo fundamental de la evolución, esto es, el proceso que motoriza el cambio, se denomina selección natural. Los organismos producen descendencia con características variadas, no toda la descendencia es igual. Eventualmente, algunas de estas variaciones serán beneficiosas para el organismo que las porta y otras serán perjudiciales. Estos organismos con características beneficiosas tendrán más chances de reproducirse y dejar descendencia, y de esta manera, esa característica beneficiosa pasa a la siguiente generación.
Estas variaciones en la descendencia se conocen como variabilidad y se originan durante la reproducción de los organismos. La reproducción sexual es un mecanismo que crea y garantiza la variabilidad mientras que, en la reproducción asexual, la variabilidad se produce espontáneamente por mutaciones. Estas chances aumentadas de dejar descendencia de los organismos que tienen características favorables se conoce como selección natural. En otras palabras, el ambiente está seleccionando para que se reproduzcan con mayor éxito aquellos organismos con caracteres favorables.
Por ejemplo, en una zona fría cubierta de nieve, muchos animales tienen el pelaje blanco, como algunas liebres, por ejemplo, que durante el invierno tienen pelos blancos y durante el verano, marrón. Este cambio de pelo es beneficioso, porque el pelaje blanco de invierno les ayuda a ocultarse de los depredadores en la nieve. Si algunas liebres cambiaran el pelo más tarde, o conservaran durante todo el año su pelaje marrón, resaltarían en la nieve y serían más fáciles de ver y atrapar por los zorros. Claramente, las liebres comidas no van a dejar descendencia. La característica que pasara a la siguiente generación de liebres será el cambio de pelaje en el momento adecuado, ni antes ni después; porque esas dos variantes serán seleccionadas en contra; lo cual no significa que necesariamente serán presa fácil o que morirán durante el invierno, solo significa que la liebre que sea capaz de cambiar de pelaje con las primeras nevadas de invierno tendrá más posibilidades de dejar descendencia. Una liebre marrón, desde luego, también puede sobrevivir y reproducirse, pero sus posibilidades de hacerlo serán menores que las blancas. De esta manera, en la siguiente generación de liebres, la capacidad de cambiar de pelo a principios de invierno estará presente en más descendientes (que son hijos de liebres con esa característica) pero también habrá liebres marrones. Por este motivo, entender la selección natural como la supervivencia del más fuerte es un error, la selección natural solo da una ventaja al que mejor se adapte al ambiente en el que vive, pero no le quita posibilidades de supervivencias a los otros: una liebre blanca también puede ser cazada. La acumulación de estos cambios, generación tras generación, harán que, en la población de liebres, la capacidad de cambiar el pelaje sea mayoritaria, como lo vemos en la actualidad en las poblaciones de liebres del norte de Europa.
La evolución no está dirigida hacia un objetivo final, sino que es un proceso que ocurre de manera natural y espontánea, en función de los cambios del ambiente. En el ejemplo anterior, no existe el objetivo “pelaje blanco”, sino que los cambios se van dando para ayudar a los organismos a adaptarse mejor al ambiente que viven. Es una casualidad que la característica que mejor se adapte sea la capacidad de cambiar el pelo a principios de invierno.
La teoría de la evolución es uno de los pilares fundamentales de la biología y ha sido confirmada por una gran cantidad de evidencia científica. Como decíamos en un principio, los postulados del darwinismo de evolución por selección natural fueron los primeros en ofrecer una explicación lógica del cambio observado en las especies a lo largo del tiempo. Hoy, esos postulados han sido enriquecidos por más de un siglo de investigación en biología, y aún no se han encontrado evidencias que los refuten, es decir, que no “encajen” con los postulados básicos del darwinismo o que demuestren que la evolución no ocurre.
Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de diciembre, 2013.
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