Definición de Torrente

La palabra torrente es un término de uso en la geografía ya que hace referencia a aquel curso de agua que proviene de una montaña. La noción de torrente siempre supone que ese curso de agua tiene un cauce rápido justamente porque los ríos y arroyos que se forman a partir del deshielo de montaña llegan a los valles e incluso al mar con una fuerza y velocidad mayor que la de otros cursos de agua. En otros aspectos, el término torrente también puede hacer referencia al torrente sanguíneo o a otros líquidos que se encuentran en permanenten movimiento y que cuentan con cierta velocidad y fuerza.

La noción de torrente se relaciona con la hidrografía ya que estamos hablando de un curso de agua que toma lugar en el medio ambiente. Estos cursos de agua o torrentes suelen ser generados a partir del agua de deshielo que se forma con el derretimiento de la nieve de las montañas y es así que desde el lugar más alto hasta llegar a su conexión con algún lago o mar, el torrente adquiere gran fuerza. Esto es debido a la fuerza de gravedad como también al constante flujo de agua que impide que el torrente pierda fuerza o movimiento.

Los torrentes, como es de suponerse, provocan una fuerte erosión en aquellas superficies por las que circulan debido a su fuerza y a su velocidad. Así, es normal encontrar que arroyos o ríos generados por el deshielo dejan grandes y profundos surcos en los valles por los que cruzan. Incluso, muchos de ellos llegan a erosionar también la montaña, cambiando su superficie.

Hay tres partes en las que se puede dividir un torrente: el lugar de acumulación del agua, cuando todavía esta no entra en movimiento, el canal de desagüe donde el agua va adquiriendo más y más velocidad y el cono de deyección, allí donde termina su camino y donde se dejan todos los sedimentos que el agua acarreó consigo.