Definición de Zen
El budismo como religión presenta ramas diversas y una de ellas es el budismo zen. El budismo zen es considerado como el budismo originario, pues se inspira en las enseñanzas directas de Buda. De hecho, cuando Buda se retiró para meditar lo hizo bajo una higuera durante cuarenta y nueve días y la postura física que adoptó fue la posición zen, es decir, sentado y con las piernas cruzadas. En este sentido, la palabra zen significa literalmente sentarse para meditar.
La meditación zen
Cuando pensamos en la idea de meditar nos viene a la mente el siguiente esquema: un sujeto medita sobre algo, un objeto. En el caso de la meditación zen se trata de otro planteamiento: el sujeto pensante y el objeto pensado se convierten en una unidad. Esto implica que no hay una dicotomía entre sujeto y objeto y, por otra parte, no hay la clásica distinción entre bueno-malo ni tampoco ninguna forma de dualidad, ya que en la meditación zen se busca la trascendencia o la superación de la dualidad.
La meditación zen se basa en el control mental, la posición del cuerpo y en la respiración pausada. Como consecuencia de ello, baja el ritmo cardíaco y la actividad cerebral disminuye y esto conduce a un estado de paz interior.
La finalidad de la meditación zen
La meditación zen no busca soluciones concretas a los problemas, sino que hay que entenderla como una forma de vida. El ser humano realiza cuatro actividades básicas: comer, dormir, trabajar y entretenerse. Si incorporamos la meditación zen a la vida diaria, seremos conscientes de cada una de nuestras acciones. En otras palabras, se trata de ser conscientes de nuestra propia existencia con el fin de vivirla con plenitud.
La meditación zen se puede practicar individualmente o en grupo, pero en cualquier caso el propósito es la búsqueda de uno mismo, es decir, el autoconocimiento. Según los planteamientos del budismo zen, la quietud física conduce a un estado de bienestar espiritual y a partir de aquí es posible tomar decisiones adecuadas sobre nuestra propia vida.
El budismo zen parte de un principio general: nuestra vida está en nuestras manos y de nosotros depende lo que hagamos con ella. Esta idea o principio no se alcanza de manera misteriosa sino que es necesario un proceso de preparación mental y dicho proceso se puede entrenar mediante la práctica del zen.
En conclusión, la meditación zen es la búsqueda del equilibrio entre el cuerpo y la mente. Esta propuesta es eminentemente individualista, pero según el budismo zen el cambio de la sociedad debe empezar por uno mismo.
Fotos: iStock – fourseasons / PeopleImages
Trabajo publicado en: Jul., 2016.
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