Definición de Abiótico
A instancias de la Biología, abiótico, es todo aquello carente de vida.
Lo que no dispone de vida
Implica además a aquel medio en el cual no es posible la vida, es decir, lo abiótico es lo directamente opuesto a lo biótico, en donde sí es absolutamente posible la vida y entonces, es el concepto que nos permite referir a aquello que no forma parte o no es producto de los seres vivos.
Cabe destacar, que los factores abióticos aparecerán como consecuencia de la influencia que ejercen tanto los componentes químicos como físicos del medio, en cambio, los factores abióticos son el resultado de los seres vivos y los productos que devienen de ellos.
De todos modos, tanto factores abióticos como bióticos se necesitan…
Factores abióticos más destacados
Por ejemplo, son factores abióticos: el aire, el sol, el agua, el suelo, entre otros y la vaca que es un factor biótico, necesita del aire y del agua para subsistir como tal, que como bien indicamos líneas arriba se trata de uno de los tantos factores abióticos.
Otro ejemplo, que le aporta más claridad a esta vinculación, la planta que es biótico necesita del aire para el proceso de la fotosíntesis y del agua y del suelo con ciertos nutrientes para seguir viviendo, que como indicamos, aire, agua y suelo son factores abióticos.
Los elementos abióticos típicos en cualquier ecosistema son la luz, que es la fuente de energía por excelencia e imprescindible a la hora de permitir el desarrollo de procesos como es el de la fotosíntesis y de facilitarnos la visibilidad de las cosas y objetos.
La temperatura también es un tipo de elemento abiótico dado que es importantísima en lo que respecta a la adaptación de animales, seres vivos en general con el ambiente.
Y el agua ese elemento tan abundante en nuestro planeta y también tan preciado como el aire es determinante a la hora de producir una estabilidad climática y obviamente para el mantenimiento de la vida de los seres que habitan el planeta.
Sin agua presente sería inviable la vida en nuestra tierra
Los minerales presentes en el suelo y el material orgánico también hacen su aporte porque intervienen en el equilibrio del territorio.
Entonces cada uno dispone de una función determinada y relevante que influirá directamente en el mantenimiento del equilibrio del sistema y por supuesto como ya señalamos de la vida.
Por su lado, los componentes abióticos configuran el biotopo; el biotopo es el espacio físico en el cual se desarrolla la biocenosis, en tanto, la biocenosis está conformada por componentes bióticos, el conjunto de las diferentes especies que conviven en un mismo sitio.
En tanto, el biotopo se divide en edafotopo (tierra), climátopo (características climáticas) y el hidrótopo (factores hidrográficos).
La evolución abiótica, también denominada abiogénesis, un concepto desarrollado por Thomas Huxley en el año 1870, en oposición al de biogénesis, es el conjunto de teorías que postulan la formación de la vida a partir de la materia que no está viva.
El impacto negativo del cambio climático y la actuación errante del hombre sobre el medio ambiente
Como sabemos, nuestro planeta está por estos tiempos seriamente afectado por el cambio climático, algunos procesos naturales que se precipitan inesperadamente y otros tantos que son el producto de la acción irresponsable del hombre sobre el mundo.
Y claro, todo ello tiene un impacto contante y sonante sobre los factores abióticos que estuvimos abordando en esta reseña, y como consecuencia, y por la interrelación que vimos existe, estos factores terminan afectando a los bióticos.
La vinculación entre ambos muchas veces no se genera de manera espontánea como debería ser sino que existe la cruel y errática mano del hombre que fuerza determinadas situaciones y condiciones.
Mientras el rol del hombre sobre el medio ambiente fue contenido y pasivo el ecosistema se mantuvo tranquilo pero cuando este empezó a avasallarlo comenzaron los problemas y la degradación de la que hoy somos espectadores.
Afortunadamente, de la mano de la destrucción también creció la conciencia y ello nos hace pensar que no todo está perdido en este sentido y que aunque suene a frase hecha todavía podemos salvar al planeta de nuestras propias garras.
Trabajo publicado en: Nov., 2011.
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