Definición de Agalmatofilia

Las fijaciones sexuales que se alejan de las relaciones amorosas convencionales se enmarcan dentro de las parafilias. Existen parafilias muy diversas y curiosas. Podemos destacar el voyeurismo, el sadismo, el masoquismo o el fetichismo entre las más conocidas. Otras se pueden catalogar dentro de las parafilias menos comunes, como es el caso de la agalmatofilia. Esta parafilia consiste en sentir atracción sexual por los maniquíes y las estatuas o también por algunos objetos inanimados.

La palabra agalmatofilia viene del griego y es la unión de dos conceptos: agalma que quiere decir estatua y philia que significa amor.

Una versión concreta de la agalmatofilia

Las personas que sienten una atracción sexual específica por las estatuas tienen pigmalionismo. Esta denominación hace referencia a uno de los mitos de la antigüedad griega: el mito de Pigmalión.

Según la tradición mitológica, Pigmalión era un rey de Chipre que tenía un gran talento como escultor. Era un hombre triste porque no tenía esposa y esto le impulsó a modelar una estatua de mujer, buscando con ello a la mujer perfecta. Cuanto más trabajaba en su nueva creación, más sentía una fascinación erótica por la estatua que estaba creando, hasta el punto de que al finalizar su trabajo sintió un intenso deseo hacia la estatua femenina y empezó a colmarla de besos y abrazos.

Al comprobar su extraño comportamiento se dio cuenta de que se había enamorado de un ser de piedra. Ante este extraño pero intenso sentimiento Pigmalión rogó a los dioses que dieran vida a su estatua para poder casarse con ella. La diosa Venus quiso complacer al artista y la fría estatua se convirtió en una delicada mujer. De la unión entre Pigmalión y su estatua convertida en mujer nació Papos, una de las islas griegas más hermosas.

Interpretaciones de la agalmatofilia y del pigmalionismo

Ambas parafilias son dos versiones de una misma fascinación erótica, la atracción por los seres inanimados. Si bien no hay una explicación concluyente sobre la motivación de estas parafilias, sí hay algunas interpretaciones:

1) puede entenderse como una forma de amor y de atracción inspirada en la fantasía de un ser perfecto, una circunstancia que recuerda al mito de Narciso y al narcisismo ,

2) puede valorarse como una conducta psicopática en la que una persona se enamora de algo de su propia creación y

3) es posible explicar esta parafilia como una variante de las fijaciones obsesivas hacia los mitos eróticos.

Al margen de las interpretaciones, la agalmatofilia y el pigmalionismo nos recuerdan que la atracción sexual tiene un componente misterioso. Este misterio queda de manifiesto en el lenguaje que empleamos cuando nos enamoramos de alguien, pues «sentimos mariposas en el estómago» o «recibimos la flecha de Cupido».

Fotos: iStock – ozgurdonmaz / mediaphotos