Definición de Albergue

El albergue es una modalidad de establecimiento hotelero destinado a viajeros y turistas jóvenes, con precios económicos y habitaciones compartidas. Con respecto a su localización, es habitual que se ubiquen en zonas tranquilas y poco pobladas.

Sus principales características

Normalmente cuentan con espacios amplios para que los huéspedes puedan realizar todo tipo de actividades. Hay que tener en cuenta que estos alojamientos están orientados a grupos de jóvenes que buscan el entretenimiento y la evasión. Muchos de ellos cuentan con literas en las habitaciones, zonas de esparcimiento al aire libre y actividades de ocio.

En líneas generales, estos alojamientos presentan menos comodidades que los hoteles convencionales (por ejemplo, la mayoría de ellos tienen baños que no están incorporados en las habitaciones y son comunitarios).

El establecimiento suele estar integrado en alguna red nacional o internacional y muchos viajeros poseen un carnet de alberguista con el cual es posible obtener una serie de ventajas. Hay que indicar que estos establecimientos han generado una cultura propia, también conocida como movimiento alberguista.

Distintas versiones

El albergue de montaña está orientado a senderistas y excursionistas que buscan el contacto con la naturaleza.

Algunos de ellos se dirigen a la población escolar para que los más pequeños realicen actividades lúdicas con la orientación de monitores.

El hostel es un tipo de albergue juvenil específico. El mochilero joven o el universitario con bajos recursos son los perfiles más habituales de estos establecimientos.

Existen los albergues relacionados con rutas culturales o religiosas. Un ejemplo de ello es la red de albergues del Camino de Santiago. Los viajeros o peregrinos no solamente buscan un lugar para descansar sino también para intercambiar experiencias con otros huéspedes.

¿Para quién se recomienda un albergue juvenil?

Cada tipo de alojamiento hotelero está concebido para un perfil de cliente. En consecuencia, no todos los turistas y viajeros se adaptan bien a los albergues juveniles. Quienes tengan un espíritu aventurero y cosmopolita y ganas de conocer gente sí pueden elegir un albergue para sus vacaciones.

Estos establecimientos no son recomendables para las parejas que buscan intimidad, para quienes desean un lugar tranquilo y poco ruidoso, para turistas convencionales o para los que valoran la comodidad y el lujo.

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