Definición de Animosidad

La animosidad es un sentimiento negativo que alguien o un grupo sienten al respecto de otro u otros y que se caracteriza por la presencia de una gran antipatía que se destina justamente hacia aquella persona que despierta la animosidad.

Por caso, cuando alguien no quiere a otro y lo manifiesta diciéndolo o bien dando determinadas muestras gestuales, diremos que le tiene animosidad a esa persona.
Podemos decir que la animosidad es el equivalente a la antipatía, al rencor y a la enemistad y por ello es que suele usarse como sinónimo de estas palabras, que por cierto resultan ser de uso más habitual que la palabra animosidad para referir ese sentimiento.

Normalmente la animosidad se percibe o se decodifica a través de varias acciones o de más de una situación cargada de animosidad. Con esto queremos decir que para hablar o decretar una animosidad de alguien contra algo u otro tendremos que ya haber reconocido más de una acción animosa, antipática o desagradable de uno para con otro.

La animosidad es fácil de detectar porque se puede observar en gestos como la falta de atención o la expresión de desagrado en el rostro y otros gestos. Y también en los comentarios malos y contrarios se puede reconocer la animosidad.

Difícilmente se puede hablar de animosidad de una persona con otra si solamente existió una mala contestación o un mal accionar de ella para con otro. Ahora bien, cuando son muchas las actuaciones contrarias de un individuo contra otro, y aún más, las mismas son gratuitas, es decir, generadas sin ninguna causa que lo merezca, entonces ahí sí podremos hablar de animosidad, sin dudas.

Con un ejemplo lo veremos más claro… Una maestra que en todas las clases llama a dar lección al mismo alumno, porque lo tiene entre ceja y ceja porque un día le contestó mal y a eso se le suma que siempre a él le encarga la realización de un trabajo especial, muy difícil, estaremos en condiciones de afirmar que la maestra presenta una animosidad contra ese alumno.

Cabe que destaquemos también que ese rechazo o poca simpatía que caracteriza a la animosidad no solamente es contra una persona, también puede estar dirigido hacia algún lugar, una idea, porque se ha tenido una mala experiencia o porque no se la comparte, respectivamente.