Definición de Árbol de Porfirio

En la tradición filosófica iniciada por Platón y Aristóteles se introdujo la idea de substancia entendida como el género supremo de todas las cosas. En el siglo lll d. C el filósofo neoplatónico Porfirio presentó su propio modelo explicativo en el que se detalla una clasificación sobre las substancias. Dicho modelo es conocido como el Árbol de Porfirio y en él se establece una estructura en forma de árbol en la que todo lo que existe se concibe de manera gradual, es decir, de la substancia más general a la más particular.

En el esquema general se emplean tres conceptos fundamentos; género, especie e individuo. A partir de ellos, hay una graduación de lo más genérico hasta lo más concreto.

La clasificación del filósofo supuso un avance decisivo en dos sentidos

En primer lugar, se aportó una visión nominalista de la realidad (para el nominalismo, no hay conceptos generales «fuera de las cosas», pues los conceptos son simplemente nombres que sirven para denominar una serie de propiedades agrupadas en las cosas).

En segundo lugar, su clasificación sirvió de modelo de referencia para las divisiones taxonómicas de los naturalistas.

Planteamiento general del Árbol del Porfirio

Con su clasificación de todo lo que existe, Porfirio hizo una reinterpretación de Platón y Aristóteles. Del primero adoptó su visión general y de manera especial su idea de substancia. Del segundo, adoptó su visión sobre las categorías y las aplicó a la noción de substancia.

Toda sustancia se divide en dos categorías: compuesta y simple. Las sustancias compuestas se refieren a un cuerpo, el cual se divide a su vez en dos subcategorías: animado e inanimado. Los cuerpos animados se sub-dividen a su vez en dos: sensibles e insensibles. Un cuerpo sensible sería el de un animal. En el último nivel del árbol, los animales se clasifican en dos categorías: racional e irracional.

Como se puede apreciar, el Árbol de Porfirio es un sistema de clasificación basado en las dicotomías (una propiedad se tiene o no se tiene) y en la lógica de tipo aristotélico. De esta manera, el hombre es definido como un animal racional.

Este modelo se fundamenta en una relación de subordinación. En otras palabras, un individuo concreto lleva implícito una serie de conceptos lógicas que lo definen, ya que se trata de un ser racional, un animal, un ser sensible, animado, viviente y compuesto. Y todas estas categorías están integradas de la idea originaria de substancia.

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