Definición de Autodominio

El autodominio es aquella capacidad humana que tiene una persona y que le permite controlar las emociones y los impulsos que lo afectan en determinado momento y ante un evento concreto, o en su cotidianidad.

Capacidad que ostenta una persona y a través de la cual dominar las emociones

El autodominio es una disposición muy importante ya que nos ayudará a afrontar con calma y serenidad los problemas y los contratiempos normales de la vida, es decir, nos anima a cultivar la paciencia y a desarrollar mucha comprensión en las relaciones interpersonales establecidas y por establecer, y también en relación a nuestro temperamento, si es que tenemos una tendencia de mal genio, saber controlarse per se ayudará a la persona a no estallar ante cualquier contratiempo que pueda padecer.

Básicamente, el autodominio consiste en el control de los impulsos y las reacciones ante la recepción de determinados estímulos a partir de algunas técnicas y reglas generales

De esto se desprende que el autodominio es una capacidad absolutamente positiva que nos instará a cambiar en sentido positivo para obtener buenos resultados al final del camino emprendido. La persona con autodominio podrá manejar sus emociones y regular su comportamiento.

Pero no solo con eso se queda tranquilo el autodominio sino que va por más y entonces, en aquellos tiempos de crisis, será lo que nos permita distinguir entre lo más importante y lo que no lo es de ningún modo.

Cómo lograr el autodominio y beneficios

Por empezar lo principal será no forzar ni el cuerpo, ni la mente, porque solo cuando un individuo está descansado, relajado y sereno podrá hacerle frente a los problemas que surjan. Asimismo, es vital adueñarse de un modo de comunicación tranquilo para evitar cualquier tipo de confrontación emocional violenta. Y la paciencia es la otra pata fundamental del autodominio, porque quien sabe perdonarse a sí mismo y acepta con calma sus debilidades podrá triunfar.

La importancia de la inteligencia emocional para lograr esta condición

El autodominio supone contar inteligencia emocional, es decir, de ninguna manera se deberá reprimir las pasiones, las emociones que se sienten, al contrario, está muy bien sentirlas, porque si no sí se estará efectuando una represión. Lo que el autodominio manda es echarlas afuera de modo inteligente, que sume a nuestra vida y a las de quienes nos rodean.

Reprimirlas sí será un comportamiento que nos reportará negatividad a nuestra salud mental y física, porque supone negar directamente lo que se siente y eso no es lo que corresponde hacer si se quiere ser feliz.

Las personas de manera constante atravesamos emociones buenas y malas, que nos afectan siempre, para bien o para mal, ahora bien, es importante que las ordenemos interiormente y para eso es necesaria la intervención de la inteligencia, porque se encargará de realizar la tarea de asumirlas, de colocarlas en su lugar y en los niveles correspondientes, y nos moverá a actuar frente a ellas de manera correcta y eficiente, satisfaciéndolas de modo positivo y como corresponde.

Si reprimimos, como hablábamos antes, se las negará y entonces no podremos tomar decisiones oportunas y convenientes.

Generalmente nos enfrentamos a situaciones contradictorias entre lo que hay que hacer y lo que sentimos en nuestro interior. Y también puede suceder que tengamos que elegir entre opciones que no conocemos demasiado y entonces no tenemos la certeza de estar acertados en lo que optamos.

En tanto, si contamos con el valor de auto dominarnos y no salir a hacer o elegir lo primero que se nos cruza, entonces, seguramente, no nos equivocaremos en la acción que emprendamos, porque nos tomaremos nuestro tiempo en pensar y no actuar de modo impulsivo, como sí lo hace la gente que no se domina.

Mientras tanto, es el comportamiento irracional, materializado en ideas, pensamientos, entre otros, el que se opondrá de plano al autodominio. Cuando mandan la dependencia psicológica, la inseguridad y la falta de valoración desaparece la posibilidad del autodominio y prospera la posibilidad de la depresión.