Significado de autonomismo Definición, obrerismo, y movimientos sociales
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Definición formal
El autonomismo es una tendencia de movimientos sociales y políticos críticos a los partidos comunistas y socialistas tradicionales, que se empiezan a desarrollar a partir de la revuelta global de 1968, en la búsqueda de una política tanto anticapitalista como antiestatista.
El autonomismo busca romper con la relación de autoridad y representatividad entre partido y clase, para constituir un sujeto socio-político como expresión del propio desenvolvimiento de la lucha social; diferenciándose tanto de las acciones de vanguardia, como de las estructuras burocráticas de los partidos. Busca crear y transformar de manera directa las relaciones sociales, a través de experiencias de autogestión, la reivindicación de formas de propiedad común y de movimientos asamblearios, la acción directa y la ocupación de edificios como forma de lucha social, la democratización y construcción autónoma de organizaciones sociales relacionadas a la autovalorización del trabajo, la creación medios de comunicación autónomos (al Estado y al Capital) y contraculturales, entre otras formas de hacer política.
Autonomía Obrera
El obrerismo italiano de los años 60s y 70s, influenciado por Antonio Negri, Mario Tronti, Franco Bifardo y muchos otros, fue el precedente más importante del autonomismo. Durante los la década de los 60s surgieron organizaciones obreras y estudiantiles que empezaron a diferenciarse de la política del partido comunista, impulsando asambleas, movilizaciones y ocupaciones en el contexto de auge de la conflictividad social. En Italia se crea la organización Autonomía Obrera, durante la década de los 70s, siendo uno de los primeros referentes del autonomismo, sin embargo, la violencia de la represión estatal al final de esta década, fragmentaría y debilitaría a estas organizaciones y a todo el movimiento de protesta que se había generado desde los 60s.
Para los obreristas y luego autonomistas, la lucha obrera revolucionaria se convierte en una lucha por la apropiación colectiva de la producción, se trata de una lucha contra el trabajo y el modelo de explotación, por lo que reivindican el rechazo al trabajo como un movimiento de escape y autonomía del proletariado contemporáneo.
Movimientos sociales autónomos
El autonomismo reivindica la autoorganización de los trabajadores, pero también diferencia la composición del trabajo en las sociedades posterior a la revuelta del 68 y los años siguientes. La crisis del modelo fordista durante los 70s y la reforma neoliberal posterior, así como los avances en la automatización de la producción industrial, habrían transformado el “obrero-masa” del fordismo, a un “obrero-social” caracterizado por la flexibilización y precarización laboral, y un desplazamiento del trabajo hacia la producción inmaterial y cognitiva. Se trata de un proletariado mucho más diverso que luego Antonio Negri y Michael Hardt llamarían “Multitud”.
Desde la perspectiva de los movimientos sociales autónomos, se crearon distintas experiencias de lucha social, como las organizaciones autogestionarias en Francia, el autonomismo obrero en Europa, un movimiento de radios y centros sociales en Italia, movimientos urbanos de trabajadores y comunidades precarizadas, de pueblos indígenas o campesinos sin tierra en Latinoamérica (también asociados a la idea del “poder popular”), movimientos de ocupación de fábricas y control obrero en fábricas que eran cerradas, y luego en la décadas de los 2000 los movimiento altermundistas, entre otras tendencias autónomas en el mundo.
Definiciones del autonomismo
Los pensadores autonomistas parten de la premisa de que es la lucha la que determina al capital, a través del proceso de autovalorización del trabajo que va disputando la acumulación de ganancias del capital. En este sentido las revoluciones tecnológicas que permiten el desarrollo del capital y la disminución del conflicto social, son empujadas por la propia presión de la autovalorización del trabajo, expresado en estrategias como el rechazo al trabajo o la apropiación de la producción.
Las transformaciones históricas del trabajo también van transformando al sujeto social, en las sociedades contemporáneas el proletariado es un sujeto heterogéneo, que funciona en red, no en estructuras partidistas. Los autonomistas reivindican lo común, como una forma de uso democrático de los recursos, en contraposición a lo estatal y a lo privado. En relación al poder los movimientos autonomistas buscan construir espacios de poder público, no representativo sino asamblearios o participativos, en donde no haya una relación Estado-sociedad, sino una forma de autogobierno de la sociedad. Las Juntas de Buen Gobierno al sur de Chiapas o el Confederalismo Democrático en el Kurdistán, pudieran ser unas de las experiencias de gobierno autónomas más destacadas en el mundo.
Bibliografía
Modonesi, Massimo. Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismo y subjetivación política. CLACSO. 2010.
Negri, Antonio. Los libros de la autonomía obrera. Ediciones Akal. 2004
(Varios). Por la memoria anticapitalista. Editorial Klinamen. 2008.
Trabajo publicado en: Abr., 2022.