Definición de Bebé
Individuo recién nacido que aún no puede valerse per se y es totalmente dependiente de sus padres
Popularmente se designa con el término de bebé a aquel individuo recién nacido o a aquel que todavía es muy pero muy pequeño, es decir, que todavía no ha desarrollado su capacidad de hablar, de caminar, o de alimentarse por sí solo, entre otras. O sea, el bebé es aquella persona que tiene entre 0 y 1 año de edad y que a causa de lo expuesto necesitará de sus progenitores para poder desarrollarse conforme, que lo alimenten, lo vistan, lo trasladen porque él no puede hacerlo aún. .
El bebé que acaba de nacer no presenta ningún tipo de comportamiento aprendido, básicamente se manifiesta y comporta a través de su instinto y los reflejos innatos con los cuales nace. Por esta situación que describimos es que un bebé es absolutamente dependiente de sus padres, necesitará de ellos a todo momento, de su cercanía, de su presencia, algo que les proporcionará seguridad y también de su asistencia para poder satisfacer sus necesidades más básicas, como ser las de alimento, fisiológicas, entre otras.
El llanto, su principal manera de expresión y comunicación
Al no poder todavía expresarse a través de la palabra, el bebé, ante cualquier tipo de necesidad o molestia lo que hace es llorar con el objetivo de captar la atención de sus padres o de cualquier otro que esté a cargo de su cuidado. El llanto es su principal manera de comunicarse con su entorno, si tiene hambre llora, si tiene algún dolor llora, etc. Por esto mismo es que los padres o tutores de un bebé deben prestar especial atención a su llanto porque seguramente con el mismo el bebé querrá avisarnos algo.
Los beneficios de la lactancia materna para el bebé y la mamá
Respecto de su alimentación, cuestión clave para lograr un correcto desarrollo, el bebé no podrá comer los mismos alimentos que ingiere un adulto, no tiene dientes todavía, ni sus órganos la capacidad para hacerlo, por lo tanto deberán ingerir alimentos que sean sumamente fáciles de digerir, entre ellos, su alimento por excelencia será la leche materna.
La lactancia materna es una de las maneras más eficaces de asegurarle al bebé salud y supervivencia, especialmente para los menores a seis meses. Esta leche le aporta al bebé todos los nutrientes que necesita para desarrollarse conforme y asimismo dispone de anticuerpos que protegen al bebé de enfermedades tan corrientes y serias en este período como son la diarrea o la neumonía.
Pero también la lactancia es muy buena para la madre del bebé ya que ayuda a la misma a reducir sus riesgos ante el cáncer de mama y el de ovario y la ayudará a recuperar el peso antes del embarazo.
En el caso que la madre no pueda proveerle a su bebé de la misma, existe un sustituto como el biberón, una real solución para el tema. De todas maneras, los médicos y organismos especializados en la salud, como la Organización Mundial de la Salud, recomiendan a las madres, si está entre sus posibilidades, amamantar al niño hasta los dos años y a partir de ahí incorporarle a su alimentación alimentos más sólidos dado que ya contará con los dientes que le permitirán triturarlos.
En la actualidad existen muchas campañas de concientización y de enseñanza para las madres acerca de la importancia de lactancia materna. Gracias a ello cada vez son más las madres que cumplen con la lactancia del niño hasta los dos años.
Comportamientos característicos de los bebés
Entre los comportamientos y conductas más características de los bebés nos podremos encontrar, como consecuencia de no haber adoptado todavía el hábito del depósito de la vejiga, con incontinencia de sus necesidades fisiológicas, cuestión que se soluciona con la colocación de pañales en la zona de micción y defecación. Los padres deberán estar atentos a esta cuestión y cambiarlos regularmente para que el niño no se sienta incómodo. Muchas veces el bebé llora ante esta situación de incomodidad frente al pañal.
Si bien obviamente un recién nacido no podrá caminar, conforme vaya evolucionando su sistema psicomotor, aprenderá a gatear y esta será su principal forma de desplazarse, de alcanzar cosas, entre otras actividades.
Por otro lado, los bebés duermen muchísimo más que cualquier adulto, pasando incluso buena parte del día durmiendo, en tanto, al no poseer el ritmo circadiano que es aquello que hace dormir a los adultos un tercio del tiempo, el bebé suele despertarse en horarios inusuales para un adulto, tales como la madrugada y llorando para dar cuenta de su hambre. Ante esta situación, la madre o el padre deberán levantarse para alimentarlo o bien acunarlo para lograr su calma. Generalmente estas dos situaciones calman al bebé, excepto que esté enfermo y entonces requiera de otro tipo de atención.
Trabajo publicado en: Dic., 2009.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.