Definición de Brecha Salarial

En el sistema económico capitalista los sueldos de los trabajadores están sujetos a diversas variables. Algunas de ellas son el convenio colectivo, la cualificación y la experiencia del trabajador o las condiciones de trabajo en cada sector. A pesar de que estos criterios son aplicables a todos los asalariados, hay una realidad que pone de manifiesto un claro desequilibrio: los hombres y las mujeres no tienen el mismo salario.

Así, con la misma cualificación académica y la misma experiencia, los hombres siguen cobrando más que las mujeres. Este fenómeno recibe una denominación concreta, brecha salarial.

Un tema que puede dar pie a confusión

El salario medio de los hombres es normalmente superior al salario medio de las mujeres. En principio, este hecho pone de relieve una desigualdad, pero la diferencia de sueldos tiene una explicación lógica, ya que hombres y mujeres trabajan en sectores laborales distintos y con tipos de jornadas diferentes y esto se traduce finalmente en salarios inferiores para la mujer.

En consecuencia, el salario medio no es un parámetro adecuado para medir las diferencias salariales entre ambos sexos.

El concepto de brecha salarial se convierte en una injusticia y en una expresión de la desigualdad solamente cuando se altera un principio laboral básico: a igual trabajo, igual salario. Así, si María y Juan tienen una idéntica formación y experiencia y realizan exactamente la misma actividad profesional en una empresa, cualquier distinción en sus salarios supondría el incumplimiento del principio de igualdad entre hombres y mujeres.

En Hollywood y en la industria del porno

Algunas actrices de Hollywood han expresado su malestar por las diferencias de salario entre los dos sexos, pues consideran que dicho desequilibrio no tiene ningún tipo de justificación.

En el sector del cine para adultos también existe una brecha salarial, pero en un sentido opuesto, ya que las actrices porno cobran bastante más que los actores.

Entre generaciones

La idea de brecha salarial se usa normalmente en dos sentidos: la diferencia de sueldo por cuestiones de género y la diferencia por cuestiones de edad. En este último caso, como pauta general existen notables diferencias entre lo que cobra un joven de 20 años y un adulto de 50, realizando ambos el mismo trabajo.

En principio este tipo de brecha estaría justificada, ya que el adulto tiene una mayor experiencia y es lógico que reciba un mayor salario por ello. Sin embargo, en ocasiones la brecha salarial de tipo generacional es una forma de explotar a los trabajadores más jóvenes.

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