Definición de Bromo
Etimológicamente este término proviene de griego bromos, que literalmente quiere decir mal olor o hedor. El bromo es un elemento químico, concretamente un halógeno perteneciente al grupo 7a de la tabla periódica. Su símbolo es Br, su número atómico es 35, su masa atómica es 79.904 umas, su electronegatividad es 2.98 y sus niveles de oxidación son -1, 5, 3 y 1.
El bromo tiene una característica singular, ya que es el único elemento no metálico que se presenta en forma líquida cuando la temperatura y la presión es estable. Desde el punto de vista químico tiene unas propiedades semejantes a las del yodo y al cloro.
Cuando se presenta a temperatura ambiente es un líquido con un color rojo oscuro y tiene una densidad tres veces mayor a la del agua. Por este motivo se volatiliza con cierta facilidad y cuando esto ocurre produce un vapor rojizo que puede ser tóxico.
Descubrimiento y usos
El bromo fue descubierto en 1826 cuando el químico y farmacéutico francés Antoine-Jérome Balard se encontraba analizando la cristalización de la sal marina en unos pantanos cercanos a la localidad francesa de Montpellier.
Empezó a utilizarse comercialmente a partir de 1860. Inicialmente fue empleado como disolvente o para la fabricación de combustible. Con el paso del tiempo dejó de utilizarse para estos fines, pues se descubrió que era un elemento muy tóxico. Se continúa usando como sustancia purificadora en la desinfección de piscinas o en la elaboración de productos farmacéuticos, pero debe emplearse respetando ciertas medidas de seguridad. De esta forma, si el bromo entra en contacto con el potasio o el fósforo es probable que tenga lugar una deflagración.
En la forma de bromuro de etileno se emplea en la preparación de tinturas y cuando el bromo se convierte en bromuro tras un proceso de oxidación se usa como sustancia emulsionante en la fotografía. Algunos bromuros también se usan para combatir las plagas de insectos.
Efectos sobre la salud y el medio ambiente
Este líquido con un intenso olor es muy irritante. En este sentido, puede ocasionar daños en la piel e incluso causar quemaduras de cierta gravedad. Por otra parte, puede alterar el material genético, causar problemas estomacales o dañar gravemente los órganos vitales.
Si este elemento entra en contacto con el agua puede alterar el ecosistema marino, especialmente a los peces y a las algas.
Los bromuros de tipo orgánico también tienen efectos nocivos sobre el ganado.
Fotos Fotolia: Bluering / Good
Trabajo publicado en: Nov., 2018.
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