Significado de caminar y correr Definición, importancia y recomendaciones
Licenciada en Psicología
Definición formal
Caminar y Correr suponen formas de activar el organismo desde el movimiento de un punto a otro, como una práctica que tiene repercusión directa en el bienestar general, y que se puede incorporar con facilidad a la rutina de cualquier individuo porque lo único que se necesita es tener voluntad. Luego, en un escalón superior está la modalidad de trotar o correr, una vez que el cuerpo está condicionado para este nivel de actividad, que responde a la capacidad y posibilidad física en la que uno se encuentra.
Es esencial reconocer y aprender los límites de su propio cuerpo, y entender que no hace falta exigirle nada que no esté a su alcance. Etimológicamente, caminar está asociado a la palabra camino, que tiene referencia en el latín vulgar en cammīnus, con raíz en el celta en la forma camanon. Por su parte, correr se observa en el latín currĕre, con origen en el indoeuropeo *kers-, por «correr», este último funcionando como núcleo para palabras como carrera (remonta al latín vulgar carraria, vinculado a carrus, que remite a carro como vehículo propiamento dicho), o corriente (en las formas latinas currens, currentis, pautado por la conjugación de currĕre y el sufijo -ns, -ntis respectivamente).
Importancia de caminar
Para realizar esta actividad no se requiere del acompañamiento de un profesor, ni de preparación física previa, es algo que todos sabemos hacer. Es tan simple como saludable, cada quien lo puede hacer a su ritmo y es totalmente gratuito.
Continuando con los aspectos positivos, se puede caminar en cualquier momento del día y en o hacia cualquier lugar. Cuando se lo hace en espacios verdes tiene el plus de ser fuente natural de vitamina D, gracias al contacto con la luz del Sol y un gran aliado contra el estrés.
Se puede hacer en soledad, escuchando música, por ejemplo, acompañado de otra persona o en grupo. Si caminamos con otros, estamos al mismo tiempo “ejercitando” la sociabilización. Puesto que es un ejercicio tranquilo y suave, lo pueden hacer niños, adultos y adultos mayores.
Es una actividad aeróbica que es fuente de salud psíquica, física y social. Hace bien al corazón y la circulación; reduce el riesgo de padecer diabetes, hipertensión y obesidad; permite que los músculos y huesos se fortalezcan; disminuye el colesterol; etcétera.
Nivel avanzado: Correr
La modalidad de trotar o correr proporciona un ritmo mayor en la velocidad pero también al nivel de exigencia e impacto del cuerpo. Es una propuesta que además se complementa por las competencias que normalmente se desarrollan en ciudades alrededor del mundo, en las cuales cada uno establece su propio tiempo, y resulta más un desafío para uno mismo que con respecto a los otros. Asimismo, una maratón es un espacio para encontrarse con personas que comparten un mismo interés, una oportunidad para sociabilizar.
No se puede empezar corriendo, sino que es parte de un proceso natural en el cual uno acostumbra al cuerpo. Eso también lo refleja el tipo de competencia, que está dado por la extensión en kilómetros. Uno no tiene que tener miedo o sentirse avergonzado por participar por primera vez, porque de hecho la gran mayoría de personas que está en una modalidad de hasta cinco kilómetros, está allí por placer y no por un tema profesional. Es importante, no obstante, que se haya una evaluación física con un médico cardiólogo, porque cuando uno está corriendo, el rítmo cardíaco aumenta. Esto es esencial para la propia seguridad.
Recomendaciones en la práctica
Antes de salir a caminar o correr es importante preparar una botella de agua para mantenerse hidratados y asegurarse de vestir la ropa (deportiva, cómoda, abrigada o fresca según el clima) y el calzado adecuados.
En verano se deben tener algunos cuidados adicionales, como usar ropa clara, protector solar, repente de insectos y evitar los horarios de temperaturas más altas, como el mediodía, para no sufrir un golpe de calor.
Para apreciar todos estos beneficios no hace falta dedicar muchas horas, con treinta o sesenta minutos, dos a tres veces por semana, ya estamos haciendo bastante por nuestro bienestar. Y si nuestra agenda está muy apretada, otra opción es ir caminando a la escuela o al trabajo, al supermercado o a la casa de un amigo, siempre teniendo cuidado de no ir cargados con mucho peso.
Combinación tecnología y sedentarismo
Si bien aprendemos a caminar desde muy pequeños y es la manera más simple de movilizarnos diariamente, ciertas construcciones humanas atentan contra la frecuencia en la que realizamos esta actividad.
Los autos, colectivos y motocicletas son los principales enemigos del ejercicio en general y, especialmente, de caminar. Las personas suelen hacerse la costumbre de utilizar el automóvil para ir a cualquier lugar, incluso aunque sean unas pocas cuadras y así, poco a poco, se van volviendo sedentarias.
Los ascensores también son inventos útiles y necesarios si se desea subir, por ejemplo, a un décimo piso; pero suelen ser una tentación y la gente termina sirviéndose de ellos para ir incluso a un primer o segundo piso, pese a que subir escaleras es otro excelente ejercicio.
Otros artículos que invitan a sentarse largas horas son las computadoras, celulares y Tablets, cada vez más manipulados desde edades tempranas y con efectos negativos en el desarrollo de la inteligencia interpersonal, en el caso de los niños en ausencia del control parental correspondiente (sobre el tiempo de uso).
Incorporar la cultura de la actividad física y alimentación saludable
Para llevar una vida saludable, el ejercicio o el deporte son indispensables. Caminar es muy sencillo y puede practicarse aisladamente o en conjunción con deportes como el running, incluso se recomienda caminar luego de haber corrido, volviendo de modo pausado al ritmo cardíaco y la respiración previos, en lugar de quedarse quieto de repente.
Otra pareja que hace un muy buen equipo es la práctica física y comer sano: consumir variedad de frutas y verduras, tomar dos litros de agua por día y moderar el consumo de sal, azúcar, gaseosas y alimentos procesados, sustituir las harinas blancas por integrales y observar los ingredientes en los productos antes de comprarlos.
Los alimentos orgánicos, frutos secos y semillas son una buena opción para incorporar a nuestra dieta. Otra cuestión a tener en cuenta es comer porciones pequeñas, pero varias veces al día, así el organismo no tendrá que esforzarse en asimilar todos los nutrientes juntos, sino que trabajará de modo constante todo el día, lo que favorece la aceleración del metabolismo, al igual que la actividad física.
Trabajo publicado en: Ago., 2019.
Ilustraciones: zzve, olku
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