Definición de Esqueleto Apendicular

David Alercia
Licenciado en Biología

El esqueleto apendicular está formado por todas las estructuras esqueléticas que dan soporte a las extremidades anteriores y posteriores (brazos y piernas) y permite el movimiento y la locomoción. En cambio, el esqueleto axial está formado por el cráneo, la columna vertebral y las costillas, actuando como eje central del cuerpo y proporciona la base para la organización del resto del esqueleto y la musculatura.

El sistema esquelético, o sistema óseo es uno de los sistemas más importantes del cuerpo. Un esqueleto interno formado por huesos es una característica compartida y definitoria de los organismos del grupo Vertebrata, que incluyen a los peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Cabe aclarar que los seres humanos somos mamíferos. El esqueleto de los peces puede considerarse una forma primitiva, y con el surgimiento de los anfibios, el esqueleto de los vertebrados adquirió la estructura con la que lo vemos ahora.

El esqueleto tiene varias funciones, que son muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo, entre las que se cuentan la protección de los órganos internos y el soporte estructural de todos los tejidos blandos del cuerpo. Otra de las funciones claves del esqueleto es la facilitación del movimiento, y junto a los músculos, son los sistemas que dotan a los vertebrados de la capacidad de movimiento.

Esto no quiere decir que otros animales no puedan moverse, sino que tienen otros sistemas para resolver el problema de la movilidad. Los músculos son una solución casi universal, pero existen varios tipos de esqueletos en el reino animal.

El esqueleto óseo está presente en todos los vertebrados y este parentesco evolutivo hace que la estructura ósea sea similar en todos ellos. Evidentemente, el esqueleto de una rana, el de una serpiente, una ballena y un caballo son externamente muy diferentes al nuestro, pero siguen un patrón común de organización. Todos los esqueletos están conformados sobre un “modelo base” y las modificaciones sobre ese diseño tienen que ver con la forma de un animal y con su estilo de vida.

El esqueleto de los vertebrados se organiza en dos grandes unidades funcionales. Es decir, el esqueleto es un conjunto, un sistema; pero tiene dos partes, subsistemas que tienen funciones diferentes.

Las extremidades

El esqueleto apendicular se compone de dos grandes estructuras: las extremidades anteriores y las extremidades posteriores.

Extremidades anteriores

Las extremidades anteriores son las que están más cerca de la cabeza. En el ser humano también se las llama extremidades superiores, dada nuestra postura erguida.

Incluyen los huesos de los hombros, los brazos, los antebrazos, huesos del carpo y metacarpo y las falanges.

En nuestro esqueleto, los huesos del carpo y metacarpo forman la mano, y las falanges, los dedos. Esto es así en muchos vertebrados, pero hay grandes variaciones en las extremidades anteriores.

La articulación de las extremidades superiores con el esqueleto axial se establece a través de una estructura ósea llamada cintura escapular formada por la clavícula y los huesos de los hombros.

Las extremidades anteriores de todos los vertebrados siguen el mismo patrón básico, pero cada uno de los elementos puede estar muy cambiado de acuerdo a los modos de vida de los animales.

En las aves, los huesos del brazo, el antebrazo, carpo, metacarpo y las falanges forman las alas. En los mamíferos acuáticos (lobos de mar, manatíes, ballenas y delfines), las extremidades anteriores se han convertido en aletas. En los murciélagos, que son mamíferos voladores, las extremidades anteriores se han convertido en alas, aunque son ligeramente diferentes a las de las aves.

En los primates, el grupo de mamíferos que incluye al ser humano, los monos y los simios, las extremidades anteriores son muy móviles, y literalmente, podemos rotar y girar los brazos. Esto tiene que ver con la adaptación a un medio arbóreo, y al haber adoptado, nuestros ancestros, la braquiación como medio de locomoción (avanzar balanceándose colgados de rama en rama), esto se ve en los monos y en los chimpancés.

Como la braquiación no es nuestra forma de locomoción principal, los músculos de las extremidades anteriores y los brazos se han vuelto más débiles en nosotros, pero aun conservamos la movilidad de la articulación y la capacidad de braquiación, aunque para realizarla debemos entrenar los músculos y aún así, no podríamos braquiar por mucho tiempo. Hacer dominadas es una forma de braquiación, ni aún los mejores culturistas podrías pasarse horas haciendo dominadas con la naturalidad con la que los chimpancés se balancean por las ramas.

Las extremidades anteriores de algunos animales, como las serpientes, se han vuelto muy pequeñas y disfuncionales o han desaparecido por completo.

Las extremidades anteriores desempeñan una amplia variedad de funciones, y su diseño es muy variable entre los vertebrados, adaptándose al modo de vida y a las necesidades de locomoción del grupo.

Las extremidades posteriores

Por otro lado, las extremidades posteriores, o extremidades inferiores en el ser humano, están formadas por el fémur, la tibia y el peroné (que son los huesos que forman la pierna), los huesos del metatarso y tarso y las falanges, que en los seres humanos forman el pie y los dedos del pie respectivamente.

La articulación de las extremidades posteriores al esqueleto axial es una compleja estructura ósea conocida como cintura pélvica, o cadera.

La función primordial de las extremidades posteriores es la marcha (caminar) y la carrera (correr). Las extremidades posteriores no son tan variables como las anteriores, y en la mayoría de los animales están adaptadas para la marcha.

En los mamíferos acuáticos, se convierten en aletas en los lobos marinos y focas, pero han desaparecido en ballenas y delfines; a fin de logran un cuerpo más hidrodinámico. En las serpientes, al igual que las extremidades anteriores, han desaparecido por completo.

En los seres humanos, las extremidades posteriores se han adaptado a caminar largas distancias y correr.

En el pasado, la habilidad de correr rápido y caminar largas distancias podía significar la diferencia entre vivir y morir, por lo que los músculos de nuestras piernas se adaptaron a ejercer una fuerza continua para caminar o ejercer una fuerza explosiva para correr.

Es por eso que las piernas poseen algunos de los músculos más grandes y potentes del cuerpo, como los glúteos y los cuádriceps, ya que son los encargados de mover las piernas, flexionar las rodillas y mantener el cuerpo erguido.

Los músculos de las extremidades anteriores, en comparación, son menores y más débiles, dado que la locomoción por braquiación quedó muy atrás en nuestra evolución.

 
 
 
Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Trabajo publicado en: May., 2024.
Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (mayo, 2024). Definición de Esqueleto Apendicular. Significado.com. Desde https://significado.com/esqueleto-apendicular/
 

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